En Ecuador, la tasa de incidencia del cáncer de piel (casos nuevos) es de 38,2% por cada 100 000 habitantes en mujeres y 43,7% en hombres.
Los datos fueron recabados desde 2013 hasta 2017 y son parte del Registro Nacional de Tumores de la Sociedad de Lucha contra el Cáncer (Solca).
Uno de los factores que incide en el aparecimiento de esta enfermedad es la exposición prolongada a los rayos solares. Así lo explica la oncóloga clínica del Hospital Metropolitano, Verónica Pérez.
Por su ubicación, en Ecuador recibimos los rayos ultravioletas de forma directa y una constante exposición puede originar el desarrollo de la enfermedad, dice.
La oncóloga clínica de MSD, Andrea Moreno, coincide en que la exposición prolongada a la luz ultravioleta (UV), ya sea a través de los rayos del sol o de fuentes artificiales, como camas bronceadoras, juegan un papel preponderante en la génesis de este cáncer.
La experta agrega que la mayoría de los cánceres de piel comienzan en la parte superior, que es la epidermis.
Al tener una exposición constante se produce una afectación que, con el pasar de los años, va dañando las células y pueden producir tumores.
En Quito y en la región Interandina, la radiación UV se ha mantenido en niveles altos y extremadamente altos desde el pasado 13 de agosto. Este tipo de radiación, en proporciones altas, es considerada un riesgo para la salud.
La sobreexposición puede causar problemas a las personas como la queratosis actínica (crecimientos precancerosos), daño ocular, fotoenvejecimiento (envejecimiento prematuro de la piel) e incluso cáncer de piel.
Nuevos pacientes
Según el registro de Solca del 2017, cada año, solo en Quito se presentan aproximadamente 650 casos nuevos.
En hombres ocupa el segundo lugar en frecuencia (por detrás del cáncer de próstata) y en mujeres ocupa el tercer lugar (luego del cáncer de tiroides y de mama).
Moreno señala que los dos tipos de cáncer de piel más comunes son el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas.
Por lo general se forman en la cabeza, cara, cuello, manos y brazos, que son las partes del cuerpo que más se exponen a la radiación UV. El melanoma también es un tipo de cáncer de piel que es más agresivo y mortal.
La especialista explica que se origina cuando los melanocitos (las células que dan a la piel su color) comienzan a crecer fuera de control. El cáncer de piel no es una enfermedad que aparece de un momento a otro, indica Pérez, sino que es acumulativa.
La oncóloga explica que, si desde la infancia no tuvo una protección adecuada y se sigue exponiendo en la juventud y la adultez, ya hay un daño en la piel.
Esto porque las células de la piel superficial van cambiando su forma y comienzan a tener alteraciones que a la larga van a producir tumores, muchos de los cuales aparecen en la edad adulta.
“El sol no es malo, pero debemos tomarlo de manera responsable”, recomienda Moreno. Por ello, entre los cuidados que se deben considerar está el uso de bloqueador solar cada tres horas.
Consejos
La luz solar estimula la producción de vitamina D, por ello se recomienda exponerse pero no más de 20 minutos y antes de las 10:00.
Entre las 10:00 y las 16:00 son las horas en que hay más radiación solar y se debe tener más precaución. Si se expone, utilice protector solar, sombrero y ropa que cubra partes expuestas.
El uso de gafas es importante para evitar un daño ocular a causa de la exposición a los rayos ultravioletas.
Una alimentación sana ayuda a reducir el riesgo de padecer cualquier tipo de cáncer. Los alimentos ricos en betacaroteno filtran los rayos UV, protegiéndonos de quemaduras ante la exposición solar. Se sugiere incluirlos en la dieta diaria para reducir los problemas.
Alertas
Las especialistas recomiendan seguir la regla del ABCD (Asimetría, Bordes, Color, Diámetro, Evolución) con lunares o manchas que aparezcan en la piel.
Se debe prestar atención a aquellos que sean asimétricos, tengan bordes irregulares, cambien de color o que el diámetro vaya creciendo.
De igual forma, se debe verificar permanentemente la evolución del lunar o macha. Por ejemplo, si con el tiempo crece, se torna más oscuro o si causa picazón, puede ser un signo de alarma que se tiene que verificar.
Ante estos signos debe acudir a un especialista para que lo evalúe. Verónica Pérez señala que si se detecta a tiempo, este cáncer es totalmente curable o puede ser manejado con tratamiento.