Tras 16 meses de pandemia, los códigos de vestimenta de oficina se relajaron. Ropa de las tendencias ‘comfy’ y ‘athleisure’ pueden llevarse al contexto laboral, siempre y cuando se respeten las directrices del lugar de trabajo y las ocasiones que exigen vestimenta formal.
Esto es el resultado de la moda que se impuso durante la emergencia sanitaria: enfocada en la comodidad y el bienestar. Ahora se vive un momento de transición, debido a que cada vez más personas regresan al trabajo presencial como resultado del avance de la vacunación.
“Sería un cambio brusco, después de haber pasado tanto tiempo en casa, ponerte, por ejemplo, tacones muy altos”, dice Rafaella Mora, asesora de imagen. Para armar ‘looks’ cómodos y que se apeguen a la formalidad de las oficinas, la experta recomienda destinar una tarde de un fin de semana a reconocer lo que se tiene en el armario.
Por un lado, muchos redescubrirán ropa que se había quedado en el olvido y que quizá necesite algunos ajustes. Por otro, Mora aconseja experimentar al menos tres combinaciones diferentes para cada prenda, con el fin de maximizar las opciones del armario y evitar caer en el consumismo, por la economía y el cuidado ambiental.
No hay que tener miedo a usar ropa más casual como sacos o ‘sneakers’, pues combinarlas con piezas de oficina está en tendencia. “El nuevo estilo de retorno a la oficina se caracteriza por ser una mezcla de lo formal con lo informal y deportivo, procurando siempre mantener la armonía en la combinación de prendas”, dice Ana María Rossi, jefe de diseño de De Prati.
Las chaquetas y pantalones son claves al momento de armar el ajuar para la oficina, de acuerdo con Rossi. Estas prendas ahora se elaboran con textiles ligeros y con siluetas holgadas para apegarse a la tendencia que ofrece mayor movilidad y comodidad. La ropa de punto, los camiseros y los vestidos relajados también son infaltables, pues combinan con gran variedad de ropa y accesorios.
Los zapatos deportivos tipo ‘sneakers’ o vans son la mejor opción tanto para hombres como para mujeres, ya que son versátiles. Las mujeres también pueden optar por tacones bajos, que les ayuden a reacostumbrarse a usar este tipo de calzado de manera paulatina.
En cuanto a accesorios, se destaca el uso del canguro y de las carteras cruzadas, porque su diseño permite tener las manos libres para lavarlas o desinfectarlas. En esta línea, Rossi recomienda que la joyería y bisutería sea pequeña, para que no cause enredos con la mascarilla. Y, hablando del tapabocas, se aconseja usar diseños que se mantengan con el tono del ‘look’ y de preferencia accesorizarlo con un colgador de cadena, que facilite su uso y evite la pérdida de este elemento de bioseguridad.
En esta época, los colores que generan tranquilidad y alegría se mantienen. Los apastelados sobresalen, pero con la llegada del verano también hay opciones más vibrantes, como el terracota o verde. Pero los colores básicos -negro, blanco, beige, ‘nude’, tierras- siguen siendo los más importantes, ya que son los que facilitan la creación de ‘outfits’, de acuerdo con Mora.
Si bien la vestimenta de hombres suele tener menos color que la de mujeres, se le puede agregar puntos focales al ‘look’ en la corbata o en la camisa. Ahora también es permitido combinar piezas de un traje con ropa más casual.
“La gente piensa que la ropa de oficina debe ser aburrida o señorial”, dice Mora sobre algunas experiencias que ha tenido con clientas en esta época. “Recomiendo usar prendas de oficina modernas, que te permitan jugar con accesorios y colores, que se adapten a tu estilo personal”, finaliza.