El expresidente del Consejo Directivo del IESS asegura que durante su gestión se tomaron medidas para resolver las mismas irregularidades que hoy afronta la casa de salud y que la mantienen en emergencia.
A su arribo desde Quito, el ministro de Industrias y Productividad, Ramiro González, deslindó que su administración a cargo del directorio de Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) haya incidido en la actual crisis que vive el hospital Teodoro Maldonado Carbo, en Guayaquil, declarado en emergencia el pasado 21 de enero.
En la sala de arribo del aeropuerto José Joaquín de Olmedo, la tarde de este jueves 12 de febrero, el ex presidente del Consejo Directivo del IESS aseguró que durante su gestión dejaron al hospital “en marcha”.
“Hicimos una reconstrucción parcial del hospital, dejamos planteando ya una reconstrucción que incluso fue presentada a la prensa como una ciudadela de la salud, donde incluso el Municipio nos permitió cerrar dos calles para poderlo hacer”.
También se refirió al hospital del norte de Guayaquil, en la ciudadela Los Ceibos, donde él colocó una primera piedra en marzo del 2012. Pero la obra no se desarrolló.
“Pusimos la plata en el fideicomiso (un presupuesto de USD 280 millones)”, dijo sobre este proyecto, que solo quedó en planos y maquetas.
González, quien dejó el directorio del IESS en mayo de 2013, después de cinco años en ese cargo, no descartó que detectara irregularidades durante su gestión, como el robo de medicamentos e insumos, anomalías que se repiten hasta hoy y que fueron una de las causas de la declaratoria de emergencia. “Por supuesto que encontramos serios problemas (…). Pero en todo eso pusimos orden y fueron separadas varias personas”, dijo.
Y restó validez a las denuncias que una veeduría ciudadana del Teodoro Maldonado Carbo presentó ante el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs), desde el 2010, cuando el hoy ministro dirigía el IESS. “No ha pasado absolutamente nada. Todo está en regla, porque lo que se hizo, se hizo con mucha voluntad”, dijo González.
Las denuncias de la veeduría iban desde la sobrefacturación de ciertas clínicas privadas, la subejecución del presupuesto para la compra de medicinas, hasta irregularidades en la adquisición de tres aceleradores lineales (para el tratamiento del cáncer), un tema que llegó a la Fiscalía y a la Contraloría General del Estado.
El actual presidente del Consejo Directivo del IESS aseguró que la crisis del Teodoro Maldonado es por ineficiencia administrativa, un diagnóstico que también fue acogido por el presidente Rafael Correa, quien el pasado martes 10 de febrero criticó las condiciones del hospital tras un recorrido sorpresa.
Por ahora, entre las medidas para optimizar la operatividad de esta casa de salud, se llegó a un acuerdo con al menos 10 farmacias privadas para el expendio de medicinas a los afiliados.
También se avanza en proyectos para resolver los problemas hidrosanitarios del hospital y las autoridades provinciales del Instituto anunciaron el término de los convenios de prestación de servicios con dos clínicas privadas de Guayaquil.