En el Tahuantinsuyo habitaba una población estimada en más de 10 millones de personas, en multiplicidad de etnias.
El no contar con un sistema de escritura fue un escollo para la circulación de ideas, la administración de los bienes y actividades del Imperio.
Pero el quipu (cuerdas anudadas) fue una original forma para almacenar y transmitir información, lo que explica su trascendental función dentro del Imperio Inca.
Ya en la Colonia, en las últimas décadas del siglo XVIII, comenzó un proceso de recolección de información que la Corona española requería de sus colonias. Se armó el reformismo borbónico, para contar con información para mantener y aumentar la autoridad y solucionar los graves problemas estructurales. Los administradores comenzaron a utilizar la frase “su majestad quiere saber”, para recabar toda esa información necesaria para planificar un futuro de seguridad.