Olmedo Quimbita en su taller del hotel galería que regenta en la comuna de Olón. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
En su pintura Olmedo Quimbita ha creado una fisonomía propia, una raza que bebe del mestizaje ecuatoriano y con ello ha encontrado también una impronta particular y un estilo reconocible.
También como una síntesis del país, el artista latacungueño, que desde hace más de 15 años reside entre Guayaquil y la playa de Olón (Santa Elena), ha sabido conciliar también en su obra los tonos grises y neutros, la luz fría de los Andes, con “la atmosfera de luz y los colores exuberantes del trópico”.
Las facciones de los personajes de su obra partieron de una noción inicial de indigenismo, parte de sus raíces, pero su obra no se circunscribe a esa etnicidad, dice.
“La idea tampoco era representar en exclusivo a una raza, sino destacar rasgos identitarios nuestros, que son también latinoamericanos. Mi obra siempre ha estado vinculada al lenguaje latinoamericano”, explicó el artista.
“Nací en la provincia de Cotopaxi y me ha tocado recorrer el mundo, lo que me dio una dimensión muy amplia para poder ver las cosas desde otro ángulo”.
Quimbita cumple 30 años de carrera artística y para celebrarlo prepara una bretrospectiva con más de 40 pinturas de gran formato y de diversas etapas, que recorrerá Quito, Guayaquil y Cuenca.
La primera de las tres muestras prevé inaugurarse el próximo 16 de abril en la Sala de Eduardo Kingman de la Casa de la Cultura de la capital, informó el pintor. “Tengo unos 25 años que no expongo en Quito, por lo que también espero incluir obra reciente que ha venido trabajando el último año”.
La niñez, la mujer y la familia predominan en la última etapa del artista, donde incluye por primera vez niñas con rostros ovalados –las caras y cuerpos de sus personajes han transitado por la estilización o por rasgos cercanos a lo afroecuatoriano, a menudo marcados también por el geometrismo que marca la estructura de sus obras.
La naturaleza esta ahora presente en las aves y perros que aparecen junto a los niños de sus nuevas obras, con las que el artista quiere eludir a la inocencia y a la ternura, y en la que aparecen también unas particulares bicicletas.
En 30 años de carrera y con exposiciones en una treintena de países alrededor del mundo, Quimbita cuenta etapas de bailarinas, gallos y tauromaquia, desnudos que evocaban a la selva ecuatoriana o desbordaban el erotismo y voluptuosidad de las mujeres de la Costa.
El artista también afina la edición de un libro con una mirada retrospectiva de su carrera.
Olón, comuna de Santa Elena, donde regenta el Hotel Galería Quimbita, no sólo lo conecta con la luz que considera tan importante para sus procesos creativos, sino que a menudo es también el primer lugar de exhibición, pues en la galería del hotel cerca a la playa suele renovar cada tres meses la obra.
“Los inicios de una carrera artística son tormentosos e inciertos, y aunque siempre estoy en nuevas búsquedas, siento que nunca antes en estos 30 años mi pintura fluyó tanto como ahora”, sostuvo.
Datos
Exposición
La muestra retrospectiva que el artista prevé abrir en la Casa de la Cultura de Quito permanecerá abierta del 16 de marzo al 16 de abril del 2018.
Óleo
Las 40 obras de la exposición retrospectiva de Olmedo Quimbita incluyen óleos y acrílicos sobre lienzo de gran formato.
Murales
Quimbita es autor de los murales de los pasos a desnivel de la avenida Quito entre Portete y Venezuela, centro-sur de Guayaquil.