El Pasaje Espejo, en el centro de Quito, se convirtió en una galería viva del artista Carlito Dalceggio. Él es canadiense de nacimiento, pero su arte lo ha hecho un trotamundo.
La noche del 26 de julio del 2014 estuvo en Quito en la instalación de su obra: ‘Las Puertas de la Conciencia’. Es una apuesta para espíritus libres, dijo, para tocar conciencias y hacer un mundo mejor.
Los quiteños que acudieron a la invitación de la agencia Quito Turismo, y su programa Noches Patrimoniales, pudieron recorrer el Pasaje Espejo con el pintor Carlito Dalceggio.
Vieron sus lienzos colgados en lo alto, atados a los balcones y hierros de las remodeladas casas del centro. Estarán ahí durante un mes para que puedan disfrutarse. Dalceggio es uno de los principales promotores del arte público y de las manifestaciones culturales tradicionales de cada pueblo.
La instalación de su obra fue adornada con la proyección de dos videos que fueron un encuentro con parte de su carrera y obras en varios museos del mundo. Y el grupo Druida se hizo cargo de revivir la música celta en la Plaza Chica, donde se montó un pequeño escenario que Dalceggio piso brevemente para ser aplaudido.