Desde hace 10 años ha ido en aumento la cantidad de estudiantes mujeres en carreras relacionadas a las ciencias culinarias. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Aproximadamente, un 50% de estudiantes de gastronomÃa es de mujeres, de acuerdo con tres universidades de la capital. Pero en la práctica son pocos los rostros femeninos que se ven dirigiendo locales de alta cocina en el paÃs. Gabriela Cadena, chef ejecutiva del hotel Wyndham en Quito, es la única mujer en el paÃs que dirige la cocina de un hotel de cadena internacional.
La chef resalta que además es la única mujer dentro de la cadena hotelera que mantiene 65 establecimientos en el mundo.Para Cadena, el logro es importante, pero comenta que saber a dónde querÃa llegar fue clave para trabajar en cocinas dominadas por hombres. Pero este panorama no se da solo a escala local.
A nivel internacional los rostros femeninos tampoco son tan visibles. De los 57 nuevos restaurantes con Estrella Michelin edición Francia, dos son de mujeres que trabajan junto a sus parejas y en el 2017 el listado británico 50 Best Restaurants no contó con chefs femeninas, aunque hubo menciones de mujeres pero compartÃan honor con alguna figura masculina, padre o esposo.
Aún frente a este panorama, el número de estudiantes mujeres ha ido en aumento en el paÃs. Asà lo señala Rafael Villota, director académico de gastronomÃa de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
Villota ha visto un cambio radical desde el 2008, en donde contaban con 28% de estudiantes mujeres, al 2017, donde se registró un 78% de mujeres.
En el primer perÃodo del 2018, la Universidad de las Américas (UDLA) contó con un 41,67% de alumnas y la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) egresó a un 47% de estudiantes mujeres entre sus generaciones 2016 y 2017.
Poco a poco la carrera de gastronomÃa se ha ido entendiendo como una profesión real que además abre campos laborales alrededor del marketing, finanzas, hotelerÃa, las aerolÃneas y restaurantes, entre otras especialidades como la reposterÃa o chocolaterÃa.
El crecimiento femenino que se ve en las nuevas generaciones estudiantiles permite proyectar más fuerza laboral de mujeres que podrán llenar estos lugares en la alta cocina.
Uno de los retos que se proponen estudiantes del sector es alcanzar estos espacios, ahora dominados por hombres. Carla Salvador, de la UTE, ve a la gastronomÃa como un mundo que le abrió puertas al servicio y la gerencia.
Al finalizar sus estudios quiere gerenciar el restaurante que tiene con sus padres. Emilia Bustos, de la UDLA, apuntó a la gastronomÃa después de intentar en fisioterapia.
Bustos busca continuar profesionalizándose en la cocina para trabajar en hoteles dentro y fuera del paÃs y asà convertirse en propietaria de un restaurante prestigioso.Aun asÃ, a escala internacional las jóvenes ven más oportunidades.
Carmen Córdova, estudiante de la USFQ, ha sido testigo de colegas que desisten de la carrera por su demanda. Aunque ha visto un crecimiento femenino en las cocinas locales, reconoce que todavÃa hay predilección para contratar hombres en restaurantes.
Por ello, apunta a trabajar en el exterior en donde considera que existen oportunidades para trabajar en grandes cadenas o restaurantes de renombre internacional.