Un libro de Diógenes Cuero evoca las raíces de la negritud

El poeta Diógenes Cuero presentará su nueva publicación sobre la negritud a fines de julio. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO.

El poeta Diógenes Cuero presentará su nueva publicación sobre la negritud a fines de julio. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO.

El poeta Diógenes Cuero presentará su nueva publicación sobre la negritud a fines de julio. Foto: Marcel Bonilla/ EL COMERCIO.

‘Me quieren quitar lo de negro’ es el nuevo libro que será presentado a finales de julio, por el escritor esmeraldeño Diógenes Cuero. Este es su tercer libro de publicaciones en la que escribe versos a las negritudes.

En el prólogo de su nueva obra literaria, el escritor hace una explicación de cómo muchos niegan su origen y deja clara su postura sobre por qué prefiere que lo llamen negro y no afrodescendiente.

En las 37 poesías de su inspiración, que componen el texto, se argumenta la idea de volver al término con el que por años se diferenció al pueblo negro de otros grupos étnicos.

El libro abre sus páginas con la poesía de la que se tomó el nombre de la obra.
Se anexan décimas al estilo del escritor de las negritudes, Nelson Estupiñán Bass. “Yo afrodescendiente, por mi descendencia de la África lejana, cuando para la ciencia dicho continente es génesis de la vida humana”, dice uno de los primeros versos de la poesía.

También destaca otro: “Yo afrodescendiente, negro es mi color, negro americano, ayer, negro ecuatoriano hoy, negro p’a todita mi gente, negro orgulloso soy, negro como el anochecer, negro brillante como el sol”.

Esta otra parte del texto se identifica con la música: “Yo afrodescendiente p’a mi color de negro ocular, p’a la cadena y grilletes por siempre olvidar y cicatriz de la carimba, así de fácil olvidar; p’a que el bombo, la marimba, el cununo y guasá, nunca más se pueda entonar y mi voz jamás se vuelta a escuchar”.

En esos párrafos, Cuero hace una relación entre los instrumentos musicales tradicionales de Esmeraldas, el reconocimiento a la etnia y dificultades de los primeros hombres traídos de África en condición de esclavos, explica Juan Montaño, escritor y activista cultural de Esmeraldas.

Cuero añade lo siguiente: “Mi pluma, como escritor, es negra, teñida de negro, y no la voy a cambiar. Ayer nos encerraban como negros, hoy lo hacen como afroecuatorianos o afrodescendientes, sin que lleguemos a ocupar los espacios que debiéramos”.

La poesía del autor tiene un alto contenido histórico y vivencias de su niñez y juventud, desarrollada en San Francisco del Ónzole, un poblado del norte de la provincia de Esmeraldas, donde cultivó la tierra y pescó en el río Ónzole, con catangas y atarrayas.

Por eso, al escritor le ha sido mucho más fácil transmitir a través de la poesía, las historias de los afros que vivían del oro extraído con bateas a orillas del río, así como contar la tradición mitológica esmeraldeña, ya que creció en ese ambiente.

Mientras muestra su libro sobre el escritorio de su oficina, Cuero opina que el modernismo ha ido minando la mente de muchos que se olvidaron de las poblaciones negras de Esmeraldas, dedicadas a la pesca tradicional, siembra del plátano y cultivo de plantas medicinales en canoeras.

Según el escritor esmeraldeño Orlando Tenorio, el poeta de Las Huellas de la Carimba ha dado un impulso mayor a la poesía negroide, sin perder la esencia, contando los hechos con precisión en todos los versos. En estos últimos 10 años, ha escrito el libro Tsunami, mitología y poesía; y Huellas de la Carimba. En el primero evocar a esos personajes de la tradición afro, como la Tunda, la Gualgura y el Duende.

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