Indígenas ayudan al desarrollo de su pueblo

Jorge Caizabanda trabaja como director del departamento de Desarrollo Comunitario del Cabildo de Pelileo.

Jorge Caizabanda trabaja como director del departamento de Desarrollo Comunitario del Cabildo de Pelileo.

Rafael Chiliquinga aporta al desarrollo del pueblo Salasaka. Fotos: cortesía Raymy Rafael y Modesto Moreta / EL COMERCIO

Proyectos de turismo comunitario, creación de escuelas, campañas médicas o publicación de libros, son solo algunas de las iniciativas impulsadas por profesionales indígenas, de la parroquia Salasaka, en Tungurahua.

Son pobladores que gracias a su formación académica han decidido ayudar a su nacionalidad. Lo hacen desde ramas como la sociología, psicología, educación, medicina, derecho, turismo... que impulsan el progreso de este pueblo milenario que se levanta a 12 kilómetros al oriente de Ambato.

A través de la investigación y la publicación de libros relacionados con su cultura lograron que este asentamiento indígena sea conocido a escala nacional y en el exterior.

El investigador de la cultural Salasaka, Rafael Chiliquinga, dice que el 30% de los jóvenes del sector ya ha logrado -como él- conseguir un título profesional. Un proceso que arrancó en 1990 con el levantamiento indígena.

Afirma que algunos de los avances logrados por estos profesionales son la implementación de la educación intercultural bilingüe, que de a poco contribuye al desarrollo de otros pueblos de Tungurahua como Quisapincha, Pilahuín y Tomabela.

Asegura que en los últimos 20 años se graduaron abogados, odontólogos, médicos, guías en turismo y hotelería, psicólogos educativos, ingenieros comerciales, en sistemas y alimentos. Estos últimos trabajan en la industrialización del Tzawar Mishky.

Jorge Caizabanda trabaja como director del departamento de Desarrollo Comunitario del Cabildo de Pelileo.

Chiliquinga, tras seis años de investigación, logró publicar el libro Ñawba parlukuna (Cuentos ancestrales). Este guarda más de 60 cuentos, leyendas, mitos y tradiciones de esta comunidad.

También, escribió la historia del pueblo Salasaka y otra obra denominada Shimita yachana kamu (aprendizaje de la lengua kichwa), que trata de corregir la distorsión del idioma y el fortalecer a la lengua.

“Avanzamos en el progreso. El objetivo es que el 50% de los jóvenes obtenga un título y que tengamos espacios en los sectores público y privado”, dice Chiliquinga.

En la comunidad de Guasalata, por ejemplo, se desarrolla un proyecto de turismo comunitario. Este es impulsado por Jorge Caizabanda, graduado en la Universidad San Francisco en Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas.

Este salasaka se desempeña como jefe de Desarrollo Social en el Municipio de Pelileo. Labora como director y guía de un proyecto turístico.

Este plan involucra a 20 familias del sector. Los visitantes pueden conocer las técnicas de la siembra agroecológica, hacer trekking, alimentar al ganado, conocer sus fiestas ancestrales como el Inti Raymi y Pawkar Raymi, la medicina ancestral...

“Nunca quise quedarme en otra ciudad; mi objetivo fue regresar para apoyar e impulsar proyectos que ayuden a nuestra gente a tener ingresos económicos”.

En el centro de Salasaka vive Marcia Masaquiza, una de las primeras médicas de la localidad. Con apoyo de sus padres y a pesar de la discriminación racial, hace 20 años se graduó en la Universidad Central.

Sus dos hermanos Noemí y Samuel son agrónomos y abogados, respectivamente. Su trabajo está ligado la rescate y revalorización de la medicina ancestral. En el 2001 lideró este proceso en el Ministerio de Salud con la creación de la Dirección de Salud Indígena e introdujo en la medicina occidental, la medicina andina.

Suplementos digitales