Un bombero trabaja en la extinción de un incendio forestal declarado en Palangkaraya, Indonesia. Foto: EFE
Las empresas de aceite de palma y papeleras involucradas en incendios forestales entre 2015 y 2018 en Indonesia han sido escasamente penalizadas, mientras que este año los fuegos vuelven a arrasar grandes extensiones del archipiélago, ha denunciado la organización ecologista Greenpeace este martes 24 de septiembre de 2019.
Greenpeace fundamenta sus acusaciones en un estudio de imágenes por satélite del territorio calcinado durante ese periodo comparadas con las concesiones de las compañías donde se quemó una mayor extensión de terreno, de las que ninguna vio su permiso revocado y solo contadas recibieron sanciones menores.
“Este Gobierno no se toma en serio la aplicación de la ley, y esta es la razón principal de que los fuegos hayan vuelto a ocurrir”, declaró en un comunicado el director de la campaña de bosques de Greenpeace en Indonesia, Kiki Taufik.
De las diez empresas de aceite de palma con mayor extensión quemada, siete vuelven a registrar incendios este año, y tan solo dos de ellas recibieron sanciones administrativas menores.
De las cuatro concesiones papeleras con peores incendios, solo una de ellas debe dinero al Estado tras ser condenada por incendiar en 2014 cerca de 20 000 hectáreas.
Aparte de esta multa, el resto de las cuatro firmas papeleras han sido sancionadas solo por replantar en terreno quemado y no por incendiarlo, y los fuegos vuelven a ocurrir en una de las concesiones en 2019.
Los incendios de este año, que afectan sobre todo a las islas de Sumatra y Borneo y se intensificaron a partir de septiembre, han arrasado cientos de miles de hectáreas y provocado una nube de humo contaminante que se ha extendido hasta Malasia y Singapur.
La Agencia Nacional de Gestión de Desastres indicó este año que la gran mayoría de los incendios son provocados por empresas o pequeños agricultores y el 80 % del terreno quemado se replanta con rapidez después de que los incendios sean extinguidos.
Las autoridades han arrestado a más de 250 personas e investigan a seis empresas en relación con la autoría de los incendios forestales.
Entre 2015 y 2018 se quemaron más de 3,4 millones de hectáreas, de las que 2,6 millones lo fueron en 2015, el peor año en dos décadas que resultó en una serie de medidas gubernamentales para proteger y restaurar los bosques protegidos y las turberas.