La fiesta del Inga Palla busca ser considerada Patrimonio Cultural

Un grupo de danza participa en las canchas del parque central del cantón Tisaleo. Foto: Fabián Maisanche/ EL COMERCIO.

Un grupo de danza participa en las canchas del parque central del cantón Tisaleo. Foto: Fabián Maisanche/ EL COMERCIO.

Un grupo de danza participa en las canchas del parque central del cantón Tisaleo. Foto: Fabián Maisanche/ EL COMERCIO.

El Municipio de Tisaleo, en Tungurahua, contrató una consultoría para que la fiesta del Inga Palla y el culto a la Virgen de Santa Lucía sea designada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la nación.

La investigación se realiza con un grupo de antropólogos, sociólogos y fotógrafos que recopila información de la celebración desde el 12 hasta el 24 de octubre.

Kassandra Guevara, técnica de Turismo de Tisaleo, indicó que el estudio recolectará los saberes, conocimientos, técnicas y prácticas culturales de la batalla que se desarrolló en 1534. Los habitantes de los cantones de Tisaleo y Cevallos escenifican la resistencia que pusieron los incas para impedir el paso de las tropas españolas al Reino de Quito.

El martes 22 de octubre del 2019, en el sector de El Relleno, se realizó la recreación de un enfrentamiento entre un grupo de indígenas que intentó mediar con los conquistadores, pero que no tuvo éxito a fin de cuentas.

Guevara contó que el líder indígena comandó a 12 000 guerreros pero fue vencido por aproximadamente 200 españoles y 11 000 indígenas del pueblo Cañaris. El enfrentamiento finalizó con la derrota del cacique Tisaleo junto con las tropas incas.

La representación se realizó con más de 3 000 personas que visten trajes como los de princesas, incas, guerreros incas, militares españoles, shamanes, pajes, ángeles, guardaespaldas de los líderes incas entre otros de la localidad.

Asimismo, se recopilará información sobre cómo la Iglesia comenzó a realizar el culto a la Virgen de Santa Lucía. Según los historiadores, los religiosos impusieron las denominadas novenas y eucaristías, además de la bendición de niños (que eran encomendados a la Virgen y denominados Pallas).

Los infantes son colocados en pequeños altares y cargados por sus padres previo a la escenificación de la batalla. Las madres se encargaban de lanzar chagrillo o pétalos de rosas a sus hijos.

El estudio debe ser entregado al Cabildo en noviembre. Un grupo de funcionarios revisará y propondrá al Ministerio de Cultura y Patrimonio que la celebración sea designada como Patrimonio Cultural Inmaterial del Ecuador. “La festividad lleva más de 485 años recordándose por los pobladores de Tisaleo. Ha habido muchos cambios en la batalla y se recuperó la vestimenta de los incas, tropas españolas y otras”, aseguró Guevara.

El estudio se realiza con un crédito del Banco de Desarrollo por USD 68 000. Víctor Zumba, alcalde de Tisaleo, informó que la aprobación de la propuesta atraerá a más turistas nacionales y extranjeros a ese cantón.

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