Pedro Guereca, cocinero aimara, refleja la gastronomía local de Bolivia en su nuevo libro titulado ‘Cuentos en la cocina’. Foto: Agencia EFE
Un cocinero aimara que hace un pacto con el diablo, un muerto que revive al oler los aromas de un plato típico y otros personajes aterrizan en un libro que pretende revalorizar platillos tradicionales bolivianos a través del misterio, el humor y la sazón de la narración.
Detrás de las historias que presenta el cocinero boliviano Pedro Guereca en su nuevo libro ‘Cuentos en la cocina’ está el objetivo de recuperar el patrimonio alimentario popular de las cocinas bolivianas, especialmente de Cochabamba, considerada la capital gastronómica del país.
“Utilizamos elementos constitutivos y el procedimiento de los platos para generar estas historias”, comentó a Efe el autor.
Guereca presenta en su libro 10 cuentos en los que combina el proceso para realizar distintos platos típicos con historias que mezclan el humor y la imaginación.
Esta publicación, que pretende promover el alcance de la gastronomía boliviana a otras áreas como la literatura para preservarla, es impulsada por el Movimiento de Integración Gastronómico Boliviano (MIGA).
La comida y los personajes
El libro narra la historia de un cocinero aimara que consigue trabajo en un hotel, pero no tenía las habilidades para crear deliciosos platillos, por lo que hace un pacto con el diablo de una mina y le lleva platos como el puchero que se come en Carnavales hecho con base de arroz, chuño o papa deshidratada y una mezcla de frutas.
Pedro Guereca considera un desafío el hecho de escribir sobre un aroma o sabor que capte la atención del lector y logre enamorarlo de la comida. Foto: Agencia EFE
Al igual que la historia de un muerto que al sentir el aroma del jawriuchu, un guisado que se suele comer en los velorios, vuelve a la vida para sentir de nuevo ese sabor.
Otro cuento trata de un palestino que se rebela a su familia y se vuelve uno de los mejores cocineros del suculento chicharrón, que son trozos de carne de cerdo fritos en peroles acompañados de chuño y maíz cocido y la tradicional llajua, salsa picante boliviana.
Entre otros de los platos típicos que narra el libro es el trancapecho, un sandwich de una especie de milanesa muy fina con arroz y huevo que hace honor a su nombre, y el pampakhu, cuyos ingredientes se cocinan bajo tierra.
El desafío de narrar sabores
“Describir la comida es un desafío, pero es algo hermoso tratar de hacer sentir un aroma o un sabor a través de la escritura o una textura que genere una enamoramiento de la comida“, remarcó Guereca.
El hecho de utilizar otros sentidos para que el lector pueda visualizar el plato y los sabores no es nada fácil, pero es otra clase de experiencia para cualquier comensal que a través de las letras logre percibir un “universo de sensaciones“, indicó.
El autor consideró que en el país se vive un boom de la gastronomía local con una diversidad de ofertas de comida y es el momento en el que se debe recuperar ingredientes y platillos, que en algunos casos han quedado en el olvido.
“Se posiciona la comida boliviana viendo la esencia, sacando a flote esa esencia nuestra que es multicultural“, aseveró Guereca.
Acerca del autor
‘Cuentos en la cocina’ es el segundo libro de Guereca, que escribe artículos gastronómicos en el país y se dedica a la investigación culinaria en Bolivia.
Guereca ganó premios por sus investigaciones, trabaja en Cochabamba en un proyecto para recuperar y salvaguardar la diversa gastronomía local y es especialista en el uso del análisis sensorial del gusto para la creación de recetas con identidad.
La ciudad de Cochabamba en Bolivia es conocida como la capital gastronómica del país. Gran cantidad de productos se comercializan en los mercados bolivianos. Foto: Agencia EFE