En los festivales hay presentaciones artísticas de los bailes y amorfinos típicos. También se hacen desfiles y concursos de trajes elaborados con los productos de la zona. Foto: Cortesía de los Municipios de Rocafuerte y Portoviejo.
Los sabores tradicionales manabitas, la cultura y el arte de los pueblos cholos y montuvios se exponen al menos una vez al mes en los festivales que se realizan en los 22 cantones de la provincia.
Cada ciudad tiene un producto o un plato típico que resaltan en estos eventos. Hay cantones como Pedernales en donde los festivales se realizan desde hace 12 años. Otros se impulsaron luego del terremoto del 16 de abril del 2016.
La historiadora y autora del libro Manabí y su comida milenaria, Libertad Regalado, señala que la gastronomía manabita es reconocida a escala nacional, porque aún conserva la esencia ancestral.
Por eso, los festivales han atraído al turista, especialmente en los feriados largos cuando se organizan hasta 10 actividades gastronómicas en los cantones turísticos.
Pero así como hay platos que se consumen en todo Manabí, hay otros que están ligados a ciertos cantones.
Por eso, Regalado hizo una clasificación por zonas de estos platillos milenarios.
La zona norte, que comprende a Pedernales, Jama y Canoa (San Vicente), tiene una fusión gastronómica con Esmeraldas. En este sector priman los mariscos, porque la pesca es la mayor actividad económica de esa región.
Por eso, en agosto se organizan festivales como el de la corvina, del ostión, del camarón, de la langosta y otros.
Para ese mes a Pedernales llegan al menos 100 000 turistas de la Sierra y Amazonía, ya que coincide con la temporada de vacaciones escolares.
En la zona centro norte se encuentran El Carmen, Flavio Alfaro, Chone, Tosagua, Sucre, Bolívar y Junín. Estos cantones se caracterizan por preparar platillos de acuerdo con los alimentos que hay en las zonas rurales.
En Chone, por ejemplo, se realiza el Festival del Chame, un pez que se reproduce en los humedales de la zona.
Este se realiza cada año en septiembre, en el humedal de la Segua y convoca a más de 5 000 turistas, que no solo degustan del chame sino también de caminatas y paseos por el humedal, de 1 745 hectáreas.
Para Kelly Zambrano, propietaria del restaurante Prieta Manaba, El Carmen se ha convertido en un lugar ideal de los turistas para desayunar platos típicos manabitas con plátano verde, queso, maní, chicharrón o gallina.
En la zona centro, conformada por Portoviejo, Rocafuerte y Santa Ana, se especializan en morcillas y longanizas.
Este plato fue introducido por los españoles, que colonizaron Portoviejo, según Regalado. En la parroquia Abdón Calderón, de la capital provincial manabita, se realiza el Festival de la Morcilla.
Según el Municipio, este año será la sexta edición y se tiene previsto que se realice el 6 de octubre de 2019 En esa ciudad se desarrollan seis festivales gastronómicos más, entre abril y octubre.
En Rocafuerte, en cambio, se organiza un festival montuvio en el que los protagonistas son los dulces manabitas, los productos agrícolas y las artesanías. Este año se organizará la sexta edición en septiembre.
En la zona este (Manta, Jaramijó y Montecristi), la gran oferta de peces hace que especies como el camotillo sean parte de la gastronomía.
En mayo, el Municipio de Manta organiza el Festival del Camotillo, en la playa de Tarqui, donde asisten más de 5 000 turistas, lo cual ha ayudado a reactivar a esa zona afectada por el terremoto.
En la zona sur (Jipijapa, Paján, 24 de Mayo y Puerto López) se preparan platos con maíz y maní, como el greñoso (una especie de natilla con carne y verduras), bollos, tortillas y el ceviche con maní.
En Jipijapa se organiza un festival en el que se escoge al greñoso más grande del mundo, según los organizadores.