Una investigación señala que los perros domésticos son receptivos a los gestos y comunicaciones humanas. Foto: Galo Paguay/ El Comercio
Los gestos y movimientos del cuerpo de las mascotas son el mecanismo que tienen para expresar emociones, estados de ánimo y condiciones físicas.
Los perros, al igual que los gatos, se comunican a través del movimiento de la cola, de su cuerpo, de ladridos o maullidos, con el olfato y el ronroneo. Esto, en ocasiones, se complementa con cambios en la frecuencia cardíaca que varían de acuerdo con la situación en la que se encuentre el animal.
La cola es considerada la parte más expresiva de las mascotas ya que con cada movimiento transmite mensajes tanto para los humanos como a otros canes y felinos.
Un estudio desarrollado por un grupo de científicos de la Universidad de Trento (Italia) y publicado por la revista Current Biology, establece que si la cola del animal apunta hacia la derecha significa que siente emociones positivas, pero si lo hace hacia la izquierda, las emociones son negativas.
Este comportamiento demuestra, por ejemplo, que los perros, al igual que los humanos, tienen cerebros organizados asimétricamente, en los que los lados derecho e izquierdo juegan diferentes roles.
Los estudios se realizaron mediante una resonancia magnética del cerebro de los canes. Los resultados establecen que cuando los perros están expuestos a una imagen tranquilizadora, como la de sus amos, se les activa el hemisferio izquierdo, lo que se traduce en un meneo más acentuado de la cola hacia la derecha. En cambio, cuando se les expone a una imagen intimidatoria como la de un perro desconocido en actitud agresiva, ocurre lo contrario y se siente disgustado.
Para Juan Carlos Molina, veterinario de la Clínica Brasil de Quito, es importante entender el lenguaje corporal de los animales ya que esto ayudará a los dueños a entender lo que necesita su mascota y a los veterinario a conocer las reacciones que el animal tendrá durante la colocación de una vacuna o medicamento.
La expresividad de los gatos es muy diferente al de los perros. Por ejemplo, cuando la cola del felino está alta significa que está feliz. Pero si está recta y erizada es una señal de que está listo para pelear.
Mientras que los perros cuando se van a enfrentar ponen su cola extendida horizontalmente y tensa. Sin embargo, los especialistas indican que cuando el animal adopta este movimiento no significa que atacará sino que está protegiendo su territorio .
Cuando los animales colocan su cola entre las patas significan que están con miedo de ser agredidos. Además esa es una señal de sumisión. Esto es igual en perros y gatos.
Molina señala que estos movimientos de cola se complementan con otros rasgos corporales como el pelaje y los ojos. Por ejemplo, cuando los gatos están nerviosos los bigotes se tensan hacia adelante y el pelaje de los animales se eriza como forma de protección y alerta. En los animales que tienen la cola corta también se pueden notar estos rasgos ya que mueven sus últimas vértebras y la cadera para expresarse.