El propósito de la Minga por la Cultura es rescatar la música, el baile y las tradiciones afro. Foto: Cortesía de la CCE núcleo Esmeraldas
Los gestores culturales de Esmeraldas trabajan en una minga para la valoración de la cultura del pueblo afroesmeraldeño. El trabajo implica enseñar la música ancestral con sus cantos de arrullos, chigualos y alabaos, que tienen mayor incidencia en las poblaciones del norte de Esmeraldas.
A la iniciativa se han sumado las 12 organizaciones de danza tradicional y tres de canto, que por más de dos décadas han trabajado en el fortalecimiento de las tradiciones orales, con la formación de niños.
La propuesta surgió del director de la agrupación de música y danza Presencia Negra Adison Güisamano, que cuenta con 20 personas para promover la minga cultural en los barrios de la ciudad.
Desde la Corporación Casa de la Marimba de Esmeraldas se trabaja en una propuesta que empate con el decenio del pueblo afroesmeraldeño, que cumplirá tres años en enero del año 2018.
“El decenio gira en torno a la justicia, desarrollo y reconocimiento; entonces hemos propuesto trabajar temas que fomenten la integración con las demás organizaciones”, señala Güisamano.
A la iniciativa se suma la Casa de la Cultura de Esmeraldas, que ha propuesto la creación de la ruta de los arrullos y la marimba, como parte de la revalorización cultural.
La ruta de los arrullos comprende un recorrido por todas las poblaciones costeras de la provincia de Esmeraldas, en las que se cantan arrullos a los santos como San Antonio, San Pedro o Virgen de Las Mercedes. Por ahora se trabaja en la grabación de los cantos arrullos con adultos mayores y jóvenes, para elaborar un documental en donde se muestre lo ancestral y moderno, sin perder la esencia cultural.
Ahí participan grupos como La voz del Niño de Dios, Voces de Pacífico, Filomenas Corozo y Aires del Pacífico, quienes tienen una larga trayectoria, con integrantes como Rosa Wila, una de las principales voces del canto afro.