El cantautor ecuatoriano Carlos Rubira Infante falleció a los 96 años. Foto; Archivo / EL COMERCIO
El fallecimiento de Carlos Rubira Infante, a los 96 años, deja al Ecuador de luto, como lo expresó vía telefónica la cantante guayaquileña Hilda Murillo. El prolífico compositor guayaquileño marcó la música ecuatoriana con sus más de 600 composiciones, por lo que intérpretes y músicos sienten un gran vacío tras su partida.
“Imagínese perder a un hombre que todavía era lúcido, componía canciones e historias”, dice Murillo, cantante que no solo lo consideró un colega, sino un amigo y un compañero de la profesión. La intérprete, de géneros nacionales como el pasillo y de ritmos latinoamericanos como el bolero, conoció a Rubira Infante cuando ella tenía 4 años.
La cantante Fresia Saavedra, madre de Murillo, mantuvo una amistad con Don Carlitos por años. A través de esta familiaridad con la música ecuatoriana, Murillo encontró su camino en el canto. Las colaboraciones tras y en escenarios con Rubira Infante fueron constantes.
La composición de Rubira Infante favorita de la intérprete es Guayaquileño madera de guerrero, pues la hace sentir “tan guayaquileña como él”.
El compositor Ricardo Pita, por otro lado, expresa agradecimiento por el legado que deja Rubira Infante. “La tristeza se la deja de lado, porque fue una vida bien vivida”. Para Pita, Guayaquileño madera de guerrero es el himno de los porteños, pero el cantautor siente un cariño especial por Guayaquil pórtico de oro.
La canción se convirtió en un enlace a casa cuando Pita vivió en el extranjero, pues fue bajista de Héctor Napolitano, quien tiene una versión de este tema. “Me hacía recordar las calles, el río…”, cuenta el cantautor.
El luto sin duda pesa más en el puerto principal, la ciudad a la que Rubira Infante le dedicó sus letras y música. El rapero guayaquileño Au-d fue uno de los famosos que usó las redes sociales para expresar el sentimiento que le provocó la partida del maestro. “Adiós Madera de guerreo, poeta de manglar, serás eterno cada vez que tus tonadas resuenen en el corazón de los ecuatorianos”, fue parte del mensaje que escribió en Twitter el autor de Tres notas.
El compositor, que recientemente fue introducido al Salón de la Fama de los Compositores Latinos, también le dedicó sus canciones a ciudades de la Sierra ecuatoriana. Composiciones como El cóndor mensajero, para Alausí, o Ambato tierra de flores simbolizan el “haber recorrido el mapa ecuatoriano, haber habitado el Ecuador”, dice Margarita Laso.
La cantante quiteña ha interpretado sencillos como Playita mía y El cóndor mensajero, para los cuales se puso en contacto vía telefónica con el maestro para pedirle su autorización. “Es siempre un dolor la despedida, pero aquí hay que ver la vida llena de frutos de Carlos Rubira”, expresa Laso con su dulce voz.
Para el investigador musical y guitarrista Willan Farinango, Rubira Infante es un referente de la música ecuatoriana: “uno de los compositores populares que más ha influenciado y aportado”.
Farinango señala que el legado que deja es de mucho peso, pues compuso más de 600 canciones y tuvo bajo su tutela a cantautores trascendentales como Julio Jaramillo. El guitarrista ibarreño además destaca las colaboraciones con Olimpo Cárdenas.
Consuelo Vargas, del dúo Los Reales, cree que Carlos es uno de los compositores que ha hecho “las canciones más hermosas, que llegan al alma”. La cantante argentina, radicada en Ecuador hace 50 años, cuenta que conoció a Rubira Infante en 1966. Cantó junto a él en varias ocasiones, principalmente en conciertos en el Teatro de la Casa de la Cultura. “Nos va a hacer mucha falta. El pasillo es tan hermoso y más como él lo hacía”, concluye