El día en el que se hizo pública la portada de GQ en la que aparece, lejos de ser un momento memorable, le ha causado un gran disgusto a Karol G. La cantante colombina, a través de una publicación en su cuenta de Instagram, denunció los retoques estéticos que hicieron en las fotos que son parte de la producción de la revista.
“No sé ni por dónde empezar este mensaje… Hoy se hizo pública mi portada de la revista GQ, una portada con una imagen que NO me representa. Mi cara no se ve así, mi cuerpo no se ve así y yo me siento muy feliz y cómoda con cómo me veo natural”, señaló en el mensaje que compartió.
Aunque Karol G agradece la oportunidad que le dieron de estar en la portada de la revista, quedó muy inconforme con la cantidad de ediciones que le hicieron a la foto. “Como si para verme bien necesitara todos esos cambios”, detalló.
La ‘Bichota’ califica a la decisión de la revista como una “falta de respeto” contra ella y las mujeres que todos los días se despiertan buscando sentirse bien con ellas mismas, a pesar de los estereotipos.
La tendencia ‘heroin chic’
Pero más allá del malestar provocado resulta un retroceso de la publicación en el contexto actual. Así lo expuso el periodista mexicano Pável Gaona en su cuenta de Twitter. A raíz de la fotografía de portada modificada de Karol G, Gaona recordó una “peligrosa tendencia que surgió en los 90” llamada ‘heroin chic’.
Las características de esta tendencia eran los ‘looks’ desgastados, aires enfermizos, ojeras, “como si estuvieras en el punto más complicado de una adicción a las drogas”, describe el periodista. Mientras el ‘heroin chic’ dominó la industria, tenían preferencia las modelos extremadamente delgadas y con aires de cansancio. Se considera a Kate Moss como una de las representantes más importantes de esta corriente.
Con el paso de los años y los cambios en la industria, el ‘heroin chic’ quedó de lado. En el contexto actual, movido por la ola del ‘body positive’, se ha dado cabida a la diversidad de representaciones femeninas. Al punto que “tener curvas” es una de las nuevas modas, explica Gaona.
Por esta razón se habla de un retroceso. Los retoques que muestran una imagen irreal y casi irreconocible de Karol G se relaciona más con esta tendencia de los años 90, que con el contexto actual. La acción de la revista GQ se contrapone a lo ocurrió a inicios de febrero con la actriz mexicana Michelle Rodríguez, quien apareció en la portada de la revista Marie Claire mostrando su figura real.
Otras celebridades que denunciaron retoques
No es la primera vez que publicaciones retocan de más las fotos de las artistas y celebridades que aparecen en sus páginas. Ya pasó con Lady Gaga, cuando a finales de 2013 habló de que la imagen escogida para la portada de la revista Glamour fue editada en exceso. “Sentí que mi piel se veía demasiado perfecta. Sentí que mi pelo parecía demasiado suave. No lo veo así cuando me despierto por la mañana”, señaló en un discurso durante la premiación de las ‘Mujeres del Año’ de Glamour.
La popular actriz Zendaya tampoco se ha librado del abuso del Photoshop. Al igual que Karol G, denunció publicamente a través de su cuenta de Instagram, los retoques que hicieron a unas fotos publicadas en 2015 en la revista Modeliste. “Ha salido una nueva sesión fotográfica y me he sosprendido al comprobar que a mis 19 años de edad mis caderas y mi torso han sido bastante manipulados. Estas son las cosas que hacen que las mujeres se sientan inseguras de sí mismas, crean ideales irreales de belleza”, escribió en su ‘post’.
Tampoco es la primera vez que la revista GQ se ve involucrada en una polémica de este tipo. En 2003, Kate Winslet denunció que su fotografía para la portada había sido modificada. La actriz mencionó que el fotógrafo le dio una polaroid de la sesión y que podía asegurar que adelgazaron sus piernas casi un tercio.
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