La estela de terror que por décadas ha dejado tras de sí Michael Myers llega a un nuevo final con el estreno de ‘Halloween Ends’ (‘Halloween: la noche final’).
David Gordon Green hace su última reverencia a la icónica saga creada por John Carpenter y Debra Hill y completa como director la trilogía contemporánea que revive el mito de ‘Halloween’.
Halloween renace en el cine 40 años después
En el 2018 ‘Halloween’ llega a las salas de cine como una secuela que crea una nueva trayectoria de los acontecimientos de la película de 1978.
De entrada, este ‘revival’ conserva los elementos claves del proyecto original, con una premisa que se moderniza y se ajusta a las demandas estéticas y narrativas de la época.
Esta nueva producción generó gran interés porque contaba con el propio John Carpenter como asesor creativo.
La expectativa fue mayor cuando se anunció que Jamie Lee Curtis retomaría el papel que interpretó hace 40 años como Laurie.
Y claro, no podía faltar el despiadado psicópata Michael Myers, con su aterradora máscara. Este personaje es uno de los íconos de la cultura popular y un hito en el cine de terror.
En la primera cinta de la nueva trilogía se intenta darle un giro razonablemente psicológico a la trama. La segunda parte se convierte en una secuela de fórmula, efectiva, pero convencional.
Halloween llega a la noche final
‘Halloween Ends’ marca el enfrentamiento final entre Laurie Strode y Michael Myers, la figura enmascarada que la ha perseguido desde que escapó a la matanza en la noche de Halloween de hace más de cuatro décadas.
La cinta de Green sigue cuatro años después de los acontecimientos de ‘Halloween Kills’. Ahora, Laurie vive con su nieta Allyson y está a punto de terminar de escribir sus memorias.
A través de este elemento circunstancial, se convierte en la narradora externa de su propia historia, donde se permite hacer algunas reflexiones sobre la naturaleza del mal y la voluntad vital.
Nadie ha vuelto a ver a Michael Myers, mientras Laurie y su familia intentan dejar atrás ese terrible pasado y el miedo para seguir con sus vidas.
Pero un trágico acontecimiento revive el espectro del psicópata asesino de Haddonfield. Corey Cunningham es un joven que creció con el estigma del ‘niñero asesino’, desde que fue acusado por matar al niño que cuidaba.
Aislado y bajo el constante asedio de una sociedad que lo margina y lo señala por sus errores, Cunningham reacciona inesperadamente. Eso desencadena una cascada de violencia que obliga a Laurie a enfrentarse nuevamente con una maldad irracional.
‘Halloween Ends’, un tributo a sus orígenes
Como en cualquier historia, se espera que el tercer acto sea un momento climático que cierre tramas y conflictos y eleve al máximo las emociones antes del gran final. Sin embargo, eso no pasa en la película que cierra la trilogía de ‘Halloween’.
La cinta vuelve sobre la fórmula que va por el lado del tributo a la obra original, pero le queda debiendo al espectador una conclusión memorable.
La trama estira a fondo la coherencia para darle forma a un espectáculo que ofrece unos cuantos buenos momentos de terror grotesco y sangriento al estilo ‘gore’.
El desarrollo superficial y predecible de los personajes tampoco alcanza para provocar la suficiente repulsión o simpatía por ellos y su destino en la historia.
En la producción sobresale el personaje de Jamie Lee Curtis, que deja de lado el papel de víctima y asume otro rol. Ahora es una mujer determinada y autosuficiente, que toma el control de la situación para enfrentar el peligro, sin esperar la intervención del héroe.
De esa línea que reivindica el rol de la protagonista también se podrían extraer algunas reflexiones acerca de la fijación de Myers sobre Laurie. A la luz de los debates contemporáneos, la cinta podría leerse como una declaración contra el depredador masculino.
Lo cierto es que ‘Halloween Ends’ es un espectáculo de horror que pone fin a una trilogía que le rinde tributo a su obra original, refresca un mito de la cultura popular cinematográfica para las nuevas generaciones y complace a los fans del terror con fórmulas probadas, pero efectivas.