Un tribunal federal de Chicago (EE.UU.) sentenció este 23 de febrero del 2023 al cantante R. Kelly a 20 años de cárcel por abuso sexual de menores, aunque cumplirá la mayor parte de esta condena de manera simultánea con los 30 años de que una corte de Nueva York le impuso en junio del 2022 por otros delitos.
El juez federal del tribunal del Distrito Norte de Illinois (Chicago), Harry D. Leinenweber, explicó que Kelly cumplirá 19 de los 20 años de cárcel a los que fue sentenciado este 23 de febrero al mismo tiempo que la condena anterior. El año de prisión que faltaría lo cumplirá al año siguiente de hacer los 30 años de cárcel.
De esta manera, Kelly (56 años), condenado este jueves por tres delitos de abuso sexual de menores y tres de pornografía infantil, pasará un total de 31 años entre rejas.
Esta era una de las demandas de la defensa del intérprete de I Believe I Can Fly, que esgrimió que el artista ya estaba cumpliendo “cadena perpetua de facto” y que en el “improbable” caso de que sobreviviera, no había “razón” para pensar que reincidiría como “un señor de más de 80 años”.
Acusaciones de cinco menores
El juicio de Chicago se basó en las acusaciones de cinco menores que sufrieron abusos por parte de Kelly a finales de la década de 1990 e incluso cuatro de ellas fueron filmadas en videos explícitos.
Una de las testigos durante el juicio, una mujer de ahora 37 años, habló ante el tribunal bajo el seudónimo de Jane y declaró que Kelly la obligó a “cientos de actos sexuales” desde los 15 hasta los 18 años.
Antes de conocerse la sentencia, el abogado de esta víctima, Christopher Brown, leyó otra declaración de Jane en la que aseguraba haber perdido su “dignidad”, “sueños” y “adolescencia” por culpa de los abusos del cantante.
“Seré para siempre la chica sobre la que R. Kelly orinó”, expresó sobre la grabación aportada durante el juicio con las vejaciones del cantante sobre la entonces menor.
Los fiscales definieron a la estrella del R&B como “un depredador sexual en serie” que se centraba “específicamente en niñas pequeñas” e hizo “todo lo posible” para ocultar los abusos.
Kelly fue sentenciado anteriormente en Nueva York de crimen organizado, abusos y tráfico sexual, por lo que actualmente se encuentra privado de libertad en una cárcel de esa ciudad.
El proceso de Nueva York se prolongó seis semanas, con decenas de testigos y, en él, los fiscales argumentaron que utilizó su “condición de celebridad” para crear una “red de niñas y mujeres a sus disposición”.
Hasta el día de hoy, Kelly -uno de los artistas de R&B más reputados de las décadas de 1990 y 2000, con tres Grammy en su palmarés- se niega a aceptar su responsabilidad en ninguno de los delitos por los que ha sido condenado.
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