En 75 000 hogares ecuatorianos, el 13,6% de divorciados reconocieron que fuman. Eso los convierte en el primer grupo que más realiza esta actividad, en relación al estado civil de los otros encuestados.
Marcos Maldonado, psicoterapeuta familiar, explicar que es posible que esto ocurra entre los divorciados, pero no todo divorciado desarrolla tabaquismo.
Según explica, el divorcio dispara una carencia afectiva, la falta de legitimización, de validación, de reconocimiento, de aceptación y, sobretodo, de amor. “Somos dependientes de todo esto y cuando no recibimos podemos desarrollar adicciones como una forma de compensación”.
El tabaquismo, añade, procura compensar estas carencias. En un inicio el cigarrillo hace que el cerebro secrete la sensación de placer que es lo mismo que hace una caricia y por eso la persona fuma uno y otro tabaco.
El grupo que menos fuma, en cambio, son los solteros, con 2,7%. Un dato interesante está relacionado con las etnias. Los indígenas son los que menos fuman (1,1%).
Mientras que los afroecuatorianos son los que más bocanadas de humo producen, con un 8,3%.
El estudio también revela que los afroecuatorianos son quienes más deporte practican.
Estos indicadores son parte del estudio: Hábitos de los ecuatorianos-salud y deporte, que presentó ayer el Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC), en el Hotel Hilton Colón, de Quito.
Byron Villacís, director de la entidad, dijo que con el estudio se busca medir qué tan cerca están los ecuatorianos de la meta social del buen vivir. Este derecho fue incluido, en el 2008, en la Constitución de Montecristi.
“Estábamos acostumbrados a medir el bienestar con base en el Producto Interno Bruto (PIB) o la inflación, indicadores lejanos a la ciudadanía”. Ahora, con el Plan Nacional del Buen Vivir, agregó, se desarrolla un nuevo marco conceptual.
Otro hallazgo de la investigación fue que la población, entre 60 y 69 años es la que más fumadores registró con 7,7%. Mientras que los adultos de 30 a 34 años son los que más consumen alcohol con el 18,3%.
Respecto del nivel de instrucción, las estadísticas revelaron que el 7,3% de las personas que fuman poseen un título universitario y un 6% cuentan con posgrado. Los que más deporte practican son quienes tienen educación básica y media, con el 61,4% y el 60%, respectivamente.
A medida que los ingresos económicos aumentan, más personas hacen deporte.
Villacís aseguró que una de las hipótesis que se destruyeron con la encuesta fue la relacionada con el porcentaje de personas que consumen cerveza. Se creía que las que no tienen trabajo eran las que más bebían, pero quienes más trabajan son las que más consumen la bebida, con un 17,19%.
Los hombres son los que más consumen cervezas y cigarrillos.