Con el pasar de las horas se conocen nuevos relatos de personas que resultaron estafadas por Alejandro Estrada Cardona y su madre, Olga Cardona, quienes aseguraron que el joven sería el futuro duque de Cardona, en España.
Otra de sus víctimas fue María Angélica, quien se hizo amiga de Alejandro y recuerda que su primera impresión fue que era una persona con la necesidad de siempre caer bien, pero no a todo el mundo. Era muy selectivo a quien le mostraba esta faceta.
“Llegaba hablando fuerte y saludando a todo el mundo como para hacerse notar, para nada pasaba desapercibido, sumado a la vestimenta de marcas caras que siempre vestía”, dice la mujer.
En el caso de esta mujer, dice que Alejandro se metió en su vida mediante los gustos que supuestamente tenían en común. Hablaban de moda y se agregaron a redes sociales donde él le compartía información de todas las cosas que a ella le gustaban.
“Creo que fue muy inteligente al hacerme seguimiento en redes sociales, sobre mis amigos, mis gustos y hasta para hacerse amigo de mi novio. Se fue metiendo como a la fuerza a mi vida social, le presenté a mis amigos, a familiares y terminó llamándome prácticamente todas las noches en llamadas de 2 o 3 horas. Era muy difícil colgarle porque insistía en quedarse hablando, era muy demandante”, dice la mujer.
Esto, sumado a una fachada de opulencia y vida de lujos, madre e hijo lograron que sus nuevos amigos picaran el anzuelo.
Según el relato de Olga, su papá se llamaba Venancio Cardona y salió de España durante la Guerra Civil, llegó a Centroamérica donde hizo más fortuna con la producción de azúcar para luego radicarse en Colombia.
Cuando el hombre murió, les dejó una gran herencia a sus hijos y a Alejandro, el único nieto hombre. Olga aseguró que su hijo recibiría el suficiente dinero, más empresas, que iba a ser uno de los cinco jóvenes menores de 30 años más ricos de Europa.
Agregaron que, en el testamento del Duque de Cardona, el abuelo había dejado más de 100 requerimientos para que Alejandro pudiera reclamar el título, entre las cuales estaba que el joven debía montar un negocio.
Fue esta la excusa para comenzar a pedir dinero. Alejandro supuestamente montó un negocio de comida saludable, pero no le fue bien y comenzó a endeudarse mucho, más de 167 millones de pesos, según le contó a Kelly, quien fue estafada junto a Andrés, su esposo.
Para el 2020, el joven dijo que su negocio había quebrado y quiso montar otro de venta de ropa, pero como ya ningún banco le prestaba, acudió a Kelly y su esposo, quienes ya eran amigos íntimos.
Ambos le prestaron USD 6 000 dólares con un pagaré firmado y el compromiso de pagarles el doble y con intereses en cuanto saliera el legado, en unos cuatro meses.
Después de armado todo el show sobre el proceso en el Tribunal Económico Administrativo de Madrid, que supuestamente era la entidad que estaba llevando la reclamación del legado real, Alejandro les contó que este liberaría el dinero en enero de 2022, pero primero debía ir a unas audiencias finales con un grupo de testigos que confirmara, bajo juramento, que había cumplido con todos los requisitos.
El grupo se armó, entre conocidos y personas a las que les debía plata, y se planeó el viaje a España en el que hasta se les dijo que asistirían a una cena protocolaria con la familia real en el Palacio de la Zarzuela.
Era tan elaborada la pantalla, que hasta hubo un evento en el que les enseñaron etiqueta, desde cómo entrar al comedor de la realeza y cómo saludar a los Reyes.
“Creo que fue simplemente por el narcisismo de él, para validar su engaño, para mostrar en la universidad que lo del legado era real y mostrar que llevó a una decena de personas hasta allá”, opina María Angélica.
A mediados de enero viajaron y estando allí visitaron Toledo. Incluso llegaron a tomarse fotos en el castillo donde Alejandro les aseguró que vivían familiares suyos.
Las risas y la emoción se cambiaron cuando les informaron que habían aplazado las audiencias, la liberación del dinero y hasta la cena real. Y como si fuera poco, que debían viajar a Colombia y regresar a Madrid en dos semanas.
“Me pareció un circo lo que estaba pasando, hacernos ir para luego devolvernos y decir que teníamos que volver en ocho días. Yo se lo dije en mi momento de rabia y luego todos llegamos muy malucos a Medellín. Yo estaba muy molesta, pero ahí comencé a dudar”, recuerda María Angélica.
El castillo de naipes que el joven y su madre construyeron se empezó a desmoronar cuando dos compañeras lo confrontaron y señalaron de estafador.
En el proceso para demandar por injuria y calumnia a quienes acusaron de estafador a Alejandro, el abogado al que acudieron les abrió los ojos sobre lo raro de la situación, tanto de la historia del legado, del futuro duque, de los viajes a España, del grupo de testigos y de la cantidad de plata que le habían prestado. Incluso sobre las supuestas vigilancias que les hacían.
Con la certeza de que habían sido timados, los testigos llamaron al Tribunal Económico Administrativo de Madrid donde les terminaron de corroborar la mentira.
Luego llamaron a la entidad que maneja los títulos nobiliarios en España, donde les indicaron que la actual Duquesa de Cardona se llama Casilda Guerrero–Burgos y Fernández de Córdoba. Cuando ella muera, el título lo heredará su hijo y luego sus nietos, pero por ningún lado de esa genealogía están los nombres de Alejandro, Olga o el abuelo Venancio.
Relatan los testigos que lo único que quedaba por hacer era confrontar al falso duque y a su mamá, pero sin correr el riesgo de que se volaran. Así quedó establecido, pero fue poco lo que pudieron disimular y eso alertó a Alejandro.
Un día antes de una reunión que tenían planeada para desenmascararlo, Andrés recibió una llamada del falso duque.
“Me dice: ‘Andrés, yo ya sé lo que ustedes están haciendo. Tenga en cuenta que yo estoy en el aeropuerto, me voy del país. Hagan lo que quieran’. Y me tiró el teléfono. Esa fue la última vez que hablé con Alejandro”, afirmó el abogado.
Y así fue. No hay rastro de él en redes sociales, no volvió a la Universidad ni a los suntuosos lugares a los que acostumbraba a ir.
No solo fueron personas las afectadas por el llamado ‘lord estafa’. Hay empresas y entidades bancarias a las que Alejandro les quedó debiendo millonarias sumas, las cuales superan los 500 millones de pesos, según la trazabilidad que han hecho los afectados en el perfil de Instagram Lord.estafa, el cual crearon para alertar a posibles víctimas.
En una de las publicaciones hechas allí, mencionan los montos entregados por ocho presuntas víctimas que suman un total de 956 millones de pesos.
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