La española María Ángeles Durán se proclamó como la dueña del sol en 2010 y su historia se ha difundido en los últimos días debido a su plan de cobrarle impuestos a todo aquel que use la luz del astro.
La mujer no solo ha generado curiosidad por sus ideas. Se enfrentó jurídicamente a una importante empresa de comercio electrónico y ciudadanos la han responsabilizado de quemaduras y el cáncer de piel producido.
“Soy propietaria del Sol, estrella de tipo espectral G2, que se encuentra en el centro del sistema solar, situada a una distancia media de la Tierra de aproximadamente 149 600 000 kilómetros…”, se lee en acta que un notario aprobó hace algunos años.
En su momento, dio a conocer su propuesta de cobrarle al mundo entero impuesto por utilizar la energía solar.
Según, le comentó al medio La Voz de Galicia, planeaba que el dinero recaudado fuera distribuido así: 50% para el Estado español, 20% para las pensiones, 10% para la investigación, 10% para erradicar el hambre y un 10% restante para ella.
“Si se paga por los ríos, ¿por qué por esto no?”, aseguró. Pero hasta hoy su intención no ha sido acogida por nadie.
¿Por qué es la dueña del sol?
Durán es abogada y psicóloga de profesión y se desempeñó como perito judicial hasta que en 2001 sufrió un accidente. Eso la obligó, como le contó al diario ABC, a tomar morfina y pensionarse anticipadamente.
Sin embargo, no se quedó quieta. Decidió escribir ‘Diario de un sumiso’ y ‘Una historia de tres. Tú, yo y el Alzheimer’. Precisamente, mientras navegaba por Internet en búsqueda de información para su último libro encontró la fuente de inspiración, Dennis Hope.
Hope es un estadounidense que desde 1980 se adueñó de la Luna y otros astros porque encontró un vacío jurídico en el Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre. A grandes rasgos, el documento prohíbe a las naciones apropiarse de “organismos descentralizados”, pero no precisaba nada sobre las personas naturales.
“Lo fundamenté jurídicamente, los registros solo tienen capacidad en lo que es la Tierra, no fuera de… Las escrituras son distintas”, comentó Durán en su momento.
Así que el notario no vio problema en escribir en el acta: “La adquisición de la propiedad referida constituye una aprehensión electromagnética y radiactiva, al no existir ni conocerse en cinco mil millones de años propietario alguno hasta la fecha”.
Es decir, como ninguna persona había reclamado la propiedad del sol en tantos años de existencia, la española podía ‘ponerlo a su nombre’.
La demanda por los daños causados
Manuel Sieira, residente de Ribeira, España, anunció una demanda en 2015 contra María Ángeles Durán por las lesiones que le provocó la luz solar.
“Tengo ojos rojos y quemaduras, fui a urgencias, tengo fotos para probarlo. Intentaré llegar a un acuerdo con ella o iré por el juzgado, no me importa pagarle mil euros a un abogado”, expresó al medio La Voz de Galicia.
No obstante, Durán le salió al paso a las personas que intentaban hacerla responsable de sus padecimientos; los acusó de ser gente con pocos “conocimientos en Derecho”.
“Creen que me pueden reclamar, pero el sol no es el culpable del cáncer, es la contaminación que destruye la capa de ozono. Por la misma lógica, yo podría pedirles compensaciones por los alimentos que comen o por el calor”, sostuvo al medio citado.
Aunque Sieira se mostró decidido a surtir todo el proceso en tribunales, se ‘echó para atrás’ al enterarse de que la mujer era propietaria del sol desde 2010 y no podría responder por lo que pasó antes de que el notario le diera el poder.