Cuando aún no llegaba al mundo, una gira de sus padres titiriteros lo trajo por Ecuador, en 1952. Por eso, al pisar Quito y para empatar nuevamente con la ciudad, Juano Villafañe señala haber nacido aquí, en la parroquia San Blas, en el entonces Hospital San Juan de Dios, hoy Museo de la Ciudad.
Sus primeros recuerdos le llevan a habitar otra vez la carreta de La Andariega (como se llamaba el grupo de sus padres). Ya con los ojos en el pasado, habla de la poesía de su madre, que se publicó en el libro ‘Piedra demente’, con prólogo de Jorge Icaza. A través de ese título también habla de amistades con Neruda y con Adoum.
Entonces se diría que por ahí le vienen las letras a Juano. Ha publicado en Quito y en Buenos Aires; es poeta y ensayista. Pero además de escritor es el director artístico del Centro Cultural de Cooperación, en Argentina.
Ante la pregunta de si la gestión cultural incide en su labor como poeta, Juano clasifica: hay una vida existencial que hace la experiencia poética; está también el hombre como ciudadano; y está la misión intelectual. En cuanto a la labor social de la gestión y la vivencia personal de la poesía, indica que el lenguaje está contaminado de la sociedad y de lo histórico. “En ese sentido, hay una tarea por cumplir. El artista y el hombre de la cultura tiene una función intelectual crítica”.
Entrando en temas de política, señala que tras las dictaduras militares y los procesos neoliberales, en Latinoamérica aparecen nuevas direcciones, a las cuales el intelectual debe atender. Marca anacronismos con lo que ocurrió y ocurre con la economía Europea, con la crisis griega. Hay un discurso social en la voz de Villafañe, entre lo que defiende aparecen educación, vivienda y salud.
Juano se alinea con el kirchnerismo, él también firmó la polémica y denegada solicitud para que Vargas Llosa no inaugurara la Feria del Libro de Buenos Aires. Al hablar sobre las relaciones entre el creador y el poder, Juano dice que no demoniza al poder, que hay que discutirlo, porque poder también significó dictadura y genocidio. “El intelectual no puede ser equidistante ni antipolítico, tiene un rol que cumplir”.
HOJA DE VIDA
Juano Villafañe
Nació en Quito en 1952. Reside en Buenos Aires, Fue cofun-
dador de las revistas Tientos y diferencias y Mascaró.
Trabaja en gestión cultural, es el
director artístico del Centro de Cooperación Cultural.
Tiene obra
en ensayo
y poesía.