El exigente público del festival de Bayreuth ovacionó de pie hoy martes a una orquesta israelí que interpretó una pieza de Richard Wagner, compositor tabú en Israel por su conocido antisemitismo, que le valió figurar entre los compositores emblemáticos de los nazis.
Invitada a esta ciudad del sur de Alemania al margen del festival Richard Wagner, la Orquesta de Cámara israelí (OCI) interpretó esencialmente obras de compositores judíos, como Gustav Mahler y Felix Mendelssohn, y para cerrar el poema sinfónico “Idilio de Sigfrido”, compuesta por Wagner en honor a su esposa, Cósima.
La orquesta había provocado una polémica en Israel y entre los sobrevivientes de la Shoah aceptando la invitación de la ciudad de Bayreuth, que trata de sacarse de encima la imagen de ciudad modelo del nazismo. “Ha sido una alegría para nosotros interpretar a Wagner aquí”, dijo su director, el austríaco Roberto Paternostro, tras terminar de tocar.
“El director agradeció especialmente a la co-directora del festival Katharine Wagner, descendiente del compositor, que patrocinó la venida de la orquesta israelí”. Más tarde, el director también felicitó a los músicos, durante una pequeña recepción con los responsables políticos y culturales locales. “Los músicos tocaron increíblemente bien y con un compromiso enorme”, destacó.
Una proeza artística tanto más notable cuanto que la OCI no pudo preparar la pieza de Wagner en Israel, y sólo comenzó a trabajar en ella 48 horas antes de la representación. “Es un alivio”, comentó al terminar el concierto, Bambi Zucker, de 29 años, que toca el oboe en la orquesta. “Antes del concierto, estaba un tanto inquieta por saber cómo reaccionaría el público y cómo íbamos a reaccionar en tal situación (…) nos habían preparado a la posibilidad de que la gente grite durante el concierto o que tratasen de interrumpirlo”, agregó.
En un comunicado, hoy martes, la Agrupación estadounidense de sobrevivientes del Holocausto y de sus descendientes lamentó que la OCI haya “permanecido sorda al sufrimiento de las víctimas que vivieron la instrumentalización de la música de Wagner para difundir el odio”.