El ITAE propone un teatro de ruptura

El director. Santiago Roldós dirige la carrera de teatro del ITAE. Esta funciona desde hace cuatro años en la entidad.

Un reto personal y profesional. Para Clara López, Jorge Velarde, Aida Calderón y Gilby de la Paz poner en escena la obra ‘Final de partida’ tiene mucho de ambas cosas. El montaje es su trabajo previo a graduarse como actores profesionales.
Son estudiantes del ITAE (Instituto Tecnológico de Arte del Ecuador) y parte de los 16 alumnos que tiene la carrera.
El director de la carrera de teatro del ITAE es Santiago Roldós. Hace cinco años comenzó a trabajar en esta entidad. Teatro era entonces un laboratorio, pero desde hace cuatro años ya funciona como carrera regular. Hasta ahora, solo un estudiante ha concluído sus estudios.
Los fundamentos de la carrera -dice Roldós- son el riesgo y el rigor. “Eso los chicos lo ven desde el preuniversitario. Nosotros esperamos que ellos ejerzan su labor como proponentes de esta actividad. Con acento en el trabajo físico y quehacer colectivo”.
Roldós es el director del colectivo de teatro Muégano. Justamente, reconoce, uno de los retos de su rol dentro de la carrera era no producir actores que sean una copia de lo que su grupo busca como propuesta artística.
El teatro que propone el grupo Muégano tiene influencia de autores como Samuel Beckett y Bertolt Brecht. Ha presentado montajes del teatro del absurdo y experimental.
“La escena teatral guayaquileña está por hacerse. El movimiento ha sido fragmentado, sin continuidad. La idea es que haya muchas formas de teatro. Y la base de eso es la crítica, el rigor, el experimento”, añade Roldós.
Justamente ‘Final de partida’ es una obra escrita por Beckett y publicada en 1954. Se trata de una pieza del teatro del absurdo.
Durante la carrera, los estudiantes estudian tragedia griega, teatro latinoamericano contemporáneo y un poco de teatro ecuatoriano. Esto se debe, según Roldós, a lo poco prolífico de la producción teatral en el país.
Jorge Velarde (21 años) del grupo de actores, sostiene que su teatro trabaja sobre lo incierto. Lo mismo opina Clara López. “La diferencia está en el nivel de implicación, es que siempre estás cuestionando los límites, la manera de relacionarte”.
Velarde es parte de la segunda generación que concluirá la carrera, al igual que López. Aida Calderón y Gilby de la Paz pertenecen a la tercera generación.
Para Calderón, el teatro es un compromiso. “No es solo venir a trabajar. Sino un acercamiento a lo que uno es, a lo que uno quisiera ser. Es un momento de crisis”.
Desde los fondos, hasta la escenografía y el vestuario fue gestionado por los alumnos. El director es Roberto Sánchez, quien dirige el grupo ‘Ojo de agua’.
“Antes habíamos hecho algunos ejercicios y obras, como ‘El pozo’. La obra no la sabíamos hasta que nos dijeron que era la que tendríamos que presentar”, explica Gilby de la Paz.
Los fondos llegan al instituto
Uno de los problemas que afrontó la entidad en los últimos años fue el dilucidar qué tipo de organización es. Finalmente a raíz del traspaso de bienes de la Dirección Cultural del Banco Central, al ministerio de Cultura, el ITAE es ahora una entidad pública.
El Instituto Superior Tecnológico de Artes del Ecuador funciona desde el 2004. Es el único que prepara profesionalmente a artistas visuales en Guayaquil. Su director es el artista plástico Xavier Patiño.
Mantiene tres carreras: teatro, artes visuales y producción de sonido y música. Los directores de las carreras son: Santiago Roldós, teatro; Pedro Segovia, Sonido; y Armando Busquets, de artes visuales.
Además de los fondos estatales, el ITAE también cuenta con el apoyo del Municipio de Guayaquil. Justamente los fondos de dicha entidad permitieron que el instituto pueda funcionar el 2010, ya que el Banco Central no les envió ayuda.
Además, la municipalidad ha construido un nuevo edificio, con aulas y talleres, para que el ITAE siga creciendo. Las nuevas instalaciones están a un costado del parque Forestal, en el complejo que agrupa el Centro Cívico y la PAO (Plaza de Artes y Oficios), en el sur.
Tiene tres aulas teóricas, un miniteatro, dos aulas de medios digitales, cinco talleres para prácticas y un aula para teatro y danza y un estudio de sonido. Desde el 2010 es gratuito. Este año tienen 200 inscritos, pero capacidad para 115.