Entrevista a Jorge Saade, director cultural del Ministerio de Cultura Guayaquil.
¿Qué experiencia en administración pública tiene un violinista como usted para ser director cultural?
Estuve desde 1997 hasta 2003 como agregado cultural de Ecuador en Washington. Llegué a organizar cerca de 200 eventos culturales en el lapso de 68 meses. Allá no teníamos ni presupuesto ni personal para el trabajo.
¿Luego estuvo vinculado a la función pública?
No, para nada. Salí de esa labor y volví a mi carrera.
¿Conocía los proyectos en que venía trabajando la dirección cultural?
Me presenté en las oficinas del Centro Cultural Simón Bolívar solo después de ser nombrado en el cargo. Conozco de los proyectos, pero como los conocen quienes no eran parte de la entidad.
¿Cómo llegó al cargo?
Tenía vinculación con la dirección por los eventos musicales. En noviembre pasado me enteré que había la vacante y envié mi hoja de vida a la ministra de Cultura, porque me interesé en el cargo, y ella estuvo de acuerdo.
¿Ha hecho un balance de la situación de la Dirección?
Sí. Tenemos a nuestro cargo los nueve espacios de tenía el Banco Central. Es un campo amplio. Tenemos museos, auditorios, la colección de arqueología, la Plaza de Artes y Oficios, es una gama importante, una labor ardua.
¿Va a dar continuidad a los proyectos de la pasada administración?
Sí, porque existe un plan anual que fue aprobado y al que me tengo que sujetar. Claro, se me pidió que aporte con nuevos proyectos e ideas.
¿Cómo cuáles?
Ya tuve una reunión esta semana con los cónsules de República Dominicana y de Perú y tenemos dos propuestas concretas para traer muestras de arte y platería. Lo que quiero impulsar son los eventos en la plataforma.
¿El MAAC y la música?Sí. Eso le dio a Guayaquil una vida cultural intensa. Fueron muy bien recibidos por la comunidad y crearon la necesidad de estos eventos. Ya hablé con la Orquesta Sinfónica de Guayaquil para presentaciones, y también habrá jazz, pop, rock.
¿Cuál es la idea de retomar este proyecto?
No estamos en una sociedad acostumbrada a visitar el museo. Creo que se deben crear eventos paralelos, como conciertos o charlas, que atraigan al público para que visite el museo. Si al museo no le damos vida, con otro tipo de eventos, el museo se vuelve un edificio muerto. Tenemos que atraer al público.
¿Cuál es el presupuesto para este año?
Tenemos uno que nos permite dar mantenimiento a los edificios, infraestructura grande, además para la organización de eventos culturales. Ya tenemos filtraciones en algunos de ellos a causa del invierno.
¿Qué pasa con espacios como el museo Presley Norton o el Nahim Isaías que no tienen tanta actividad?
Por ejemplo, en el Museo Presley Norton queremos abrir una muestra que enseñe a los estudiantes cómo funciona una reserva arqueológica. Es otra actividad paralela que da vida al museo. Así es en todo el mundo.
¿Presentaría una exhibición que sea crítica o de arte no afín al Gobierno?
Creo que toda exhibición debe pasar por una curaduría. Hay artistas y hay artistas. No se puede exhibir cualquier cosa. Con la cultura no se hace política. No es esa la intensión.
¿Cómo se debería hacer política cultural entonces?
La cultura debe tener un rumbo, un norte. Debe haber un camino a seguirse. Hay que reconocer que en otros gobiernos la cultura era un apéndice de la educación y ahora no ocurre así.