Con el reguetón, todo ha sido controversial. Las letras, sonrrojantemente explícitas. Los videoclips, casi siempre ejemplos perfectos de la cosificación de la mujer. La producción, que ha sustituido el talento por el artilugio. Incluso fijar su génesis causa debate porque, como todo en la vida y más en la música popular, hay zonas grises y contextos que hacen imposible que todos se pongan de acuerdo.
El reguetón, en realidad, tiene muchos padres. Empecemos por los etimológicos. La palabra proviene de reggae, ese ritmo jamaiquino que Bob Marley hizo mundialmente famoso en los años 70. Por eso, siempre se ha escrito ‘reggaeton’, aunque la Real Academia Española de la Lengua ya lo castellanizó a ‘reguetón’.
Quién inventó la palabra es el dilema. Se piensa que fue el productor panameño Michael Ellis (1959-2014), quien en 1987 fundó en Nueva York el sello discográfico New Creation Enterprises, enfocado en artistas que cultivaban el llamado reggae en español, entre ellos su compatriota El General. Ya volveremos con él.
Otras versiones, sin embargo, afirman que el artista Daddy Yankee (nombre artístico del puertorriqueño Ramón Luis Ayala Rodríguez) lo inventó en 1990, cuando grababa para un mixtape del productor Pedro Gerardo Torruellas Brito, conocido como DJ Playero. Ese mixtape se tituló ‘Playero 36’ y ahí Daddy Yankee usa la palabra.
El problema es que nadie reparó en ese término sino hasta 1996, cuando DJ Nelson (nombre artístico del productor puertorriqueño Nelson Díaz Martínez), lanzó el álbum ‘Reggaeton Live Vol. 1’. Desde entonces, los boricuas calificaron a su reggae en español, que también era llamado ‘underground’, como ‘reggaeton’.
Vamos ahora por los padres rítmicos. Primero hay que evocar a la Panamá de la época de la construcción del canal, que atrajo a trabajadores jamaiquinos que llevaron consigo el reggae y el dancehall. Eso originó, primero, que varios artistas crearan sus grupos de esos géneros y que luego compusieran canciones en español. El álbum ‘Treatmen’, de Super Nandi (apodo de Hernando Brin), de 1981, es considerado el primero de este subgénero.
Debió pasar una década de grupos y producciones de varios DJ hasta llegar al megahit continental que supuso la irrupción de El General, nombre de Edgardo Franco.
Para entonces, ese reggae en español ya se escuchaba en las fiestas de los latinos en Estados Unidos y era asumido como un subgénero propio. Michael Ellis, justamente, había creado su sello en la ‘Gran Manzana’ para difundirlo pero también para darle forma. Y El General fue su mejor pupilo.
El General empezó su carrera en 1988, con el álbum ‘Estás buena’, en que el ritmo jamaiquino del ‘dembow’ era primordial. Aunque ‘Estás buena’ podía ser considerado del género dancehall, le dio a El General mucha audiencia en las pistas de baile.
Ese ere un objetivo: triunfar en las discotecas. Franco eligió llamarse El General no por su gusto por la milicia, sino porque deseaba que lo vieran como alguien con don de mando para ordenar cómo bailar.
Con Michael Ellis, le dio a su dembow toques de salsa, merengue y más ritmo antillanos. Se coló en el circuito de clubes latinos de Nueva York con la canción Tu Pun Pun hasta que llegó ‘Muévelo con El General’, su álbum de 1991.
La canción estrella fue ‘Muévelo’, que lanzó al El General al estrellato continental y puso a la audiencia y a los críticos a preguntarse qué era exactamente lo que hacía este artista. Porque, como vimos, aún no se lo llamaba reguetón.
Fue tan grande el desconcierto, que en los premios de la industria lo catalogaban en rap. No era rap, por supuesto, pero parte de la clave de este éxito fue la mezcla de reggae y dembow que El General logró representar con su voz que fraseaba sobre el ritmo.
Las letras de El General eran juegos de palabras que aludían a la sexualidad, otra característica que los siguientes artistas canjearían con lo explícito. Si El General cantaba “Tienes unas caderas que parecen carretera”, que ya era problemático, el colombiano Jiggy Drama cantó “Si sigues en esta actitud voy a violarte” (2010).
La otra parte de este origen se produjo en Puerto Rico, donde los DJ de las fiestas grababan mixtapes en que mezclaban el reggae en castellano con diferentes beats, pero cada vez más acercándose al hip hop. Artistas como Daddy Yankee participaron en las mezclas de Playero, The Noise o The Industry.
Vico C (nombre real de Luis Armando Lozada Cruz, nacido en Nueva York y de raíces puertorriqueñas) fusionó el reggae con el hip hop en álbumes como ‘Xplosion’ (1991) y Aquel que había muerto (1998). Pionero del rap en español, gracias a estos trabajos, Vico C es considerado el otro pionero del reguetón, y que él y El General le dieron la estructura básica al género.
Lo que siguió después es más conocido. Con el reguetón triunfando en las pistas de baile pero también en los medios de comunicación, en el 2003 el dúo puertorriqueño Héctor&Tito ganó el premio al álbum de rap de la Billboard Latina, lo que los convirtió en los primeros artistas del género en ser reconocidos internacionalmente.
Desde entonces, el avance del reguetón ha sido arrollador, al punto que artistas de otros géneros -como la colombiana Shakira o la mexicana Thalía- lo han vampirizado para mantenerse vigentes. El colmo ha sido Luis Fonsi, un baladista puertorriqueño que grabó con Daddy Yankee la canción Despacito, que se convirtió en el clip más visto de la historia de YouTube (2017).
Nadie sabe hasta cuándo durará la omnipresencia del reguetón. 30 años después de que El General dio la orden con su Muévelo, todavía el mundo hace eso: lo mueve.