La fundación de Quito, un hito en la historia ecuatoriana, refleja el encuentro entre culturas indígenas y colonizadores españoles. A continuación, los eventos que llevaron a la creación de esta emblemática ciudad, las figuras clave involucradas y el contexto histórico que rodeó su establecimiento.
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Historia detrás de la fundación de Quito
En el siglo XVI, el territorio que hoy conocemos como Quito estaba bajo la influencia del Imperio Inca. Durante este tiempo, Atahualpa y Huáscar, dos hermanos, luchaban por el control del imperio. Esta guerra civil atrajo la atención de los conquistadores españoles que buscaban riquezas. En 1533, Atahualpa fue capturado por Francisco Pizarro, lo que abrió las puertas a la llegada de los españoles a Quito, de acuerdo con la página de la Asamblea Nacional del Ecuador.
La conquista fue motivada por rumores sobre el tesoro de Atahualpa. Dos expediciones se formaron: una liderada por Pedro de Alvarado desde Guatemala y otra por Sebastián de Benalcázar desde el sur. Benalcázar llegó primero a Quito, a decir del Parlamento Andino.
Los fundadores de Quito
La fundación de Quito se atribuye tradicionalmente a Sebastián de Benalcázar, quien estableció oficialmente la ciudad el 6 de diciembre de 1534. Sin embargo, Diego de Almagro había realizado una primera fundación el 28 de agosto de 1534, cerca de la laguna de Colta. Esta primera fundación fue invalidada por el rey Carlos I porque Almagro no tenía autorización para establecer ciudades en ese territorio, según la web Educación Ecuador.
Benalcázar decidió establecer la ciudad sobre las cenizas del antiguo asentamiento indígena, incendiado por Rumiñahui para evitar que los españoles encontraran recursos. La ubicación fue estratégica debido a su potencial para convertirse en un centro político y cultural, siguiendo con la Asamblea Nacional.
¿Qué personajes históricos jugaron un papel importante?
Atahualpa
Fue el último emperador inca y un personaje central en la historia de la fundación de Quito. Durante su reinado, el Imperio Inca se encontraba en medio de una guerra civil contra su hermano Huáscar, lo que debilitó su control sobre la región. En 1533, Atahualpa fue capturado por Francisco Pizarro durante una reunión que resultó fatal para él. Su captura y posterior ejecución facilitaron la llegada de los conquistadores españoles a Quito, ya que eliminaron la resistencia indígena organizada en esa área, a decir del Parlamento Andino.
Rumiñahui
Un líder indígena y general inca, también tuvo un papel crucial en la historia de Quito. Conocido por su valentía y estrategia militar, Rumiñahui incendió la ciudad de Quito antes de la llegada de los españoles para evitar que encontraran recursos valiosos. Este acto dejó el lugar en cenizas cuando Sebastián de Benalcázar llegó a establecer la nueva ciudad, según la web Go Raymi.
Francisco Pizarro
Fue el conquistador español que lideró la expedición que resultó en la captura y ejecución de Atahualpa. Su ambición por las riquezas del Imperio Inca motivó las expediciones hacia el norte, incluyendo a Quito. Pizarro no solo facilitó la llegada de otros conquistadores, sino que también estableció las bases del dominio español en el territorio ecuatoriano, siguiendo con el Parlamento Andino.
Pedro de Alvarado
Fue otro conquistador español que intentó establecerse en Quito. Proveniente de Guatemala, lideró una expedición rival a la de Benalcázar. Aunque no logró fundar la ciudad, su presencia contribuyó a las tensiones entre los conquistadores y al apuro con el que Almagro y Benalcázar actuaron para asegurar sus territorios, a decir de Go Raymi.
Celebraciones anuales
Cada año, el 6 de diciembre se celebra el aniversario de la fundación de Quito con gran fervor. Las festividades incluyen desfiles, conciertos y actividades culturales que resaltan la identidad quiteña. Este evento no solo conmemora el pasado, sino que también invita a reflexionar sobre el presente y futuro de la ciudad en un mundo globalizado.