La consigna era que nadie debía permanecer a cierta distancia de las obras. Había que tocar las pinturas, jugar con ellas, e incluso introducir la cabeza en algunas. Estaba prohibido no hacerlo. Con seguridad, ningún guardia pediría mantener los dedos alejados del cuadro.
Y es que en la muestra ‘Magic Art Special’, montada en el Centro Internacional de Conferencias y Exhibiciones de Paz de Hangzhou, China, 20 artistas surcoreanos utilizaron su arte con un fin muy claro: provocar al espectador e invitarlo a interactuar.
Dragones que arrojan llamas, leones que atacan a su presa, tiburones que devoran humanos, jirafas que buscan ser alimentadas; pirañas hambrientas listas para atacar, delfines amigables, gorilas feroces, pulpos que con sus tentáculos atraviesan paredes.
Es una colección de 83 pinturas al óleo exhibidas , hechas en dos dimensiones, pintadas sobre la pared o el piso y que, gracias al manejo de la perspectiva y las sombras, crean un efecto de tres dimensiones (3D).
De esta manera, por un momento se puede estar en la boca de un dinosaurio, pelear contra un dragón, subir a un bus, montarse sobre una tabla de surf para atrapar una ola o incluso escapar de la furia del Hombre Verde.
Por ejemplo, uno de los cuadros muestra a dos jugadores de básquet dispútandose una pelota. En el fondo, cientos de personas los alientan. Uno de los jugadores escapa del óleo y se distrae cuando una visitante de la exposición tira de su pantaloneta y deja al descubierto una parte de sus nalgas.
Realismo, técnica y mucha imaginación se juntan para crear estas pinturas.
El arte en 3D es el resultado de la evolución del arte urbano que utiliza paredes y pisos en la vía pública como soporte para las creaciones. Con el tiempo, este arte dejó ser exclusivo de la calle y se ha tomado las galerías de arte.