Este año se celebra el centenario del nacimiento del multifacético Jorge Fernández, fundador de Ciespal (Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina), escritor, periodista, diplomático y humanista.
Es a propósito de eso, y de la publicación del libro ‘Jorge Fernández: Artífice del pensamiento comunicacional latinoamericano’, organizado por José Marques de Melo, que Fernández está en la palestra. Marcelo Fernández, su hijo y Canciller de la Universidad Internacional del Ecuador, cuenta que su padre tuvo cinco facetas importantes.
En educación, Fernández fundó Ciespal y fue su primer director durante 10 años. La idea de crear un centro de estudios de comunicación se dio por “la necesidad de una prensa que estaba creciendo y una sociedad que estaba cambiando. Ahí surge la idea de crear algo más profesional, pluralista y menos romántica”, cuenta Gonzalo Ortiz, Editor General de la Revista Gestión.
En palabras de Fernando Checa, director de Ciespal desde el 2009, Fernández fue uno de los actores fundamentales para que Ciespal se cree en Quito. Él plantó sólidas bases para la construcción y creación del centro. Ciespal ha traído al Ecuador a cientos de periodistas y comunicadores de toda la región; ahí se cocinó lo que se conoce como la base de la escuela de pensamiento comunicacional latinoamericano.
En este mismo ámbito, fue además el mentor de la Universidad Internacional del Ecuador. Su deseo era crear una institución que sea abierta al mundo contemporáneo y acorde con los progresos de las ciencias y la tecnología, según Ortiz. Su hijo dice que, gracias a su humanismo y su interés en la Ecología, la universidad es miembro de la ‘International Sustainable Campus Network-Gulf’, de la que solamente 37 universidades del mundo son parte.
Además promovió la creación de posgrados en Economía y Administración en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y de la Flacso. Esta última, cuando fue Presidente de la Junta Nacional de Planificación.
Periodista, escritor de ficción y diplomático, destacó como autor de ensayos y novelas. En los años 40, escribió en este Diario; colaboración que duró 35 años bajo el seudónimo de Erasmus. Escribió alrededor de 7 000 artículos y obtuvo el premio María Moors Cabot, otorgado por la Universidad de Columbia, Nueva York, en 1963, en mérito a su papel de periodista y gestor académico.
Cuando estaba en Colombia, como diplomático, en el año 48, contribuyó, durante dos años, en el periódico El Tiempo de Bogotá escribiendo artículos. “Tenía la página ‘Letras del Ecuador’, dedicada a escritores del país. En ella escribían, los domingos, sus amigos: Jorge Icaza o Alfredo Pareja Diezcanseco”, recuerda Marcelo. También escribió en El Mercurio de Chile y en La Prensa de Buenos Aires.
Otra de sus facetas fue la de internacionalista. Como tal, suscribió, en 1952, en nombre del país, las 200 millas marinas. Introdujo el concepto de ‘zona marítima’ en lugar de ‘zócalo’. “Hoy, hay más de 160 países que son suscriptores del tratado de las 200 millas marinas”, agrega su hijo.
Otro logro fue el de la llamada ‘Guerra del Atún’, en la que Fernández hizo que se levantaran las sanciones en contra del Ecuador. Su hijo cuenta que su padre lo hizo en una reunión que duró media hora. En la ‘Guerra del Fútbol’ (guerra territorial entre Honduras y El Salvador) el fundador de Ciespal fue mediador de la OEA cuando era emisario especial de Galo Plaza.
Fernández también fue promotor de la creación del Parque La Carolina, cuando Álvaro Pérez era alcalde. “Es una propuesta de vanguardia de papá, de su humanismo, porque ayudó a un pulmón de la ciudad. Tenía conciencia ecologista”. Es por eso que firmaba sus artículos como Erasmus, por Erasmus de Rotterdam, el iniciador del humanismo abierto a todas las corrientes.
Pero más que nada, Fernández fue un hombre cordial, respetuoso y “buen padre. Eso es lo más destacado. Jamás se metió en mi vida, me dio la absoluta libertad. A mí y a mi hermano Patricio nos dejó vivir con mucha libertad. Tengo los mejores recuerdos”.
“Quiero decir algo más que hacía de Fernández un personaje, la presencia de su mujer, Aída Sánchez. Era simpática, inteligente, aguda. Hacían un dúo fantástico. Como pareja eran encantadores”, agrega Ortiz.
Creador y creación
Jorge Fernández nació en Quito en enero de 1912 y murió en la misma ciudad en octubre de 1973. Tuvo dos hijos.
La revista Chasqui número 118 realiza un homenaje al fundador de Ciespal. En esta edición, José Marques de Melo y Raquel Escobar rescatan su trabajo, desde el pensamiento comunicacional y la labor periodística con sendos artículos.
Ciespal nació en 1959 en la X Conferencia General de la Unesco, reunida en París, “con lo cual la comunicación, como disciplina científica, surge en el subcontinente y se empieza a contribuir de manera más sostenida a la constitución de la escuela crítica latinoamericana”.