Slenderman es el personaje más famoso de las creepypastas. La leyenda cuenta que este personaje de aspecto antropomorfo asusta a los niños en los bosques. Foto: Cortesía.
Slenderman no tiene ojos, orejas, nariz, boca ni cejas. Sus piernas y sus brazos son largos y en su espalda esconde seis tentáculos con los que ataca a sus víctimas. Este ser antropomorfo es el personaje más famoso de las creepypastas, un tipo de relato de terror colaborativo que, en los últimos años, se ha vuelto popular en Internet.
Su creador, como sucedía con leyendas urbanas de antaño como la María Angula -la niña que robó las tripas de un muerto para que su mamá, vendedora de tripa mishqui, preparara un caldo-, es anónimo. El único dato cierto es que apareció por primera vez el 2009, de la mano de un usuario de nombre Victor Knudsen, que bajo el ‘nick’ de ‘Victor Surge’ retocó unas imágenes para el foro Something Awful.
La facilidad de que estos relatos sean modificados por la persona que lo desee ha provocado dos cosas: que exista una infinidad de versiones sobre cada una de las historias y que aparezcan nuevos personajes, que a estas alturas son considerados clásicos, como Jeff The Killer, 1999, Ben Drowned o Sonic.exe
Todos estos personajes han sido creados y modificados por legiones de niños y jóvenes ‘centennials’ que han encontrado en Internet un nuevo espacio para la escritura. Basta con hurgar por unos minutos para encontrarse con cientos de mitos digitales, en los que también aparecen personajes como El hombre del saco, La santa campaña o La chica de la curva.
A estas alturas, las creepypastas se han convertido en un subgénero, no oficial, de la literatura de terror, con millones de seguidores a escala global. Slenderman, por ejemplo, cuenta con una película que se estrenó hace unas semanas y que contó con la dirección de Sylvain White. La cinta se centra en los casos de desaparición de niños en un bosque.
Con una visión más crítica está el documental ‘Cuidado con Slenderman’, producido por HBO, que cuenta la historia de dos niñas de 12 años de Wisconsin, EE.UU. que apuñalaron a una amiga, presuntamente para demostrar su lealtad a Slenderman.
Lo cierto hasta el momento es que este personaje y las creepypastas se han convertido en parte del folclor escrito y audiovisual de las nuevas generaciones. Como señala Trevor Blank, profesora asistente de comunicaciones en la Universidad Estatal de Nueva York, en Potsdam, “lo que Slenderman muestra es la asombrosa velocidad y el poder de Internet para difundir las historias”.