Entre el amor y el odio se construye la trama de ‘Pasaje al paraíso’. La película escrita y dirigida por Ol Parker llega a la cartelera cinematográfica desde este 8 de septiembre, como una comedia romántica con dos protagonistas de lujo.
Hollywood tiene un largo historial de comedia romántica. El género ha puesto frente a la cámara a parejas memorables y algunas con menos gracia.
Y luego aparecen Julia Roberts y George Clooney, dos actores que tienen su historia cinematográfica. Esta pareja no solo comparte una amistad fuera del plató, también ha compartido créditos en cintas como ‘Money Monster’, ‘Confesiones de una mente peligrosa’ y dos cintas de la saga ‘Ocean’s Eleven’.
En décadas de trayectoria, sin embargo, está es la primera vez que juntos protagonizan una comedia romántica en el cine, llamada ‘Pasaje al paraíso’.
Lo hacen con la gracia de dos actores de larga trayectoria y amplia experiencia. También, con la naturalidad de una pareja que se enamoró y se amó hasta detestarse lo suficiente, como para no poder compartir el mismo aire estando en una misma habitación, país o planeta.
Ese odio es el mismo que va a dar origen a una serie de situaciones conflictivas, pero bastante graciosas en la primera parte.
Las obligaciones como padres
Después de no verse por 20 años, los protagonistas tienen que reencontrarse debido a sus obligaciones parentales para con su hija.
Lily es interpretada por Kaitlyn Dever, una mujer de 25 años que, como muchos niños en estos casos, creció con su amor y tiempo divididos entre sus padres divorciados desde los 5 años.
Aunque está consciente de la animadversión que existe entre sus padres hay momentos en la vida, como el día en que se gradúa como abogada de la universidad, que simplemente no pueden repetirse para darle gusto a cada uno.
Sin preferencia por alguno de los dos, lo único que espera la recién graduada es contar con el apoyo y presencia de ambos en ese día tan especial. En un intento por complacerla, los enemistados padres hacen un esfuerzo tan sobrehumano como gracioso.
El gran evento termina, la hija se va en unas merecidas vacaciones con su mejor amiga y para los padres parece que es un ¡hasta nunca!
Una noticia inesperada
Lo que no saben es que unos días después recibirían otra invitación de su hija. Esta vez, el compromiso es para su boda con un chico de una comunidad nativa en Bali.
Consternados y preocupados por el futuro de su única hija, la pareja decide tomar un avión y volar más de 9 000 kilómetros para saber qué pasa con su hija y tomar medidas de ser necesario.
En esta primera mitad la película literalmente despega como una comedia anti-romántica. Entre los dos protagonistas no dejan de lanzarse punzantes indirectas, que da la impresión de que en realidad hubiera alguna tensión amorosa frustrada entre ambos actores; ventajas de la experiencia.
Sacrificar tanto tiempo y dinero en una carrera y abandonarla, para vivir en una isla junto con un hombre que se dedica al cultivo de algas de exportación parece una idea descabellada como para aprobarla.
Un viaje exótico
Visualmente, ‘Pasaje al paraíso’ se convierte en una película turística y como a los protagonistas, la cinta lleva al espectador en un viaje de ensueño por las costas de una exuberante isla del Pacífico.
Exóticas expresiones culturales, excursiones a templos sagrados, inmersiones en playas de cristalinas aguas no parece el escenario de un conflicto familiar, sino un plan de mercadeo de una agencia de viajes.
Sin arriesgar nada en la forma o en el fondo, el director se asegura de que los convencionalismos, incluida la banda sonora, se mantengan alineados al más inofensivo de los entretenimientos.
Cómo padres, los protagonistas creen o, al menos, creen saber lo que le conviene a su hija. En el camino descubren que hay otras cosas que matizan una vida plena y feliz y que nunca se sabe cuándo o dónde se encuentran.
De eso se encarga la cámara que registra sin mayores artificios suficientes imágenes de postal de la isla como para empezar a dudar sobre inconveniencia del matrimonio.
Cómo se dice en la película, hay que ser lo bastante intuitivo para darse cuenta del momento, el lugar y las circunstancias adecuadas.
Pese a lo genérico del asunto, el viaje dejará una sensación placentera al ver la química entre Clooney y Roberts compartiendo un ‘Pasaje al paraíso’.