En el 2016, el director David Ayer presentó una versión del ‘Escuadrón Suicida’ que no dejó muy satisfechos al público y a la crítica. En un intento por congraciarse con el público, Warner Bros decidió darles otra oportunidad a los villanos más raros de DC Comic, pero esta vez con James Gunn al mando. Tendrá estreno exclusivo en cines.
Gunn se toma en serio esa libertad y escribe y dirige una historia que deja de lado las fórmulas convencionales en el cine de superhéroes, para adecuarse a la naturaleza infame de los nuevos protagonistas.
El director mueve la frontera del código moral, la acción inofensiva y la cautela política, y pone a prueba la susceptibilidad del espectador con una obra de retorcido humor y violencia ‘gore’. La cinta es un cóctel estilizado de mutilaciones, apuñalamientos, heridas expuestas, lenguaje inapropiado, desnudos y drogas que, en Ecuador, obtuvo una calificación para mayores de 15 años.
El director tuvo a su disposición una extensa lista de supervillanos del canon DC, pero cedió ante su interés por los marginados y decidió armar su Escuadrón Suicida con 17 de los más extravagantes personajes por los que nadie, excepto él, apostaría en un filme.
Por ahí aparecen Idris Elba encarnando al francotirador de talla mundial Bloodsport, y John Cena como un musculoso asesino patriotero. Hay una comadreja gigante y Nanaue, un monosilábico y carnívoro hombre-tiburón con la voz de Sylvester Stallone.
También está David Dastmalchian caracterizando a Polka-Dot Man, personaje que ataca con coloridos lunares interdimensionales y parece venido de otra época, y Daniela Melchior como una perezosa joven que tiene una relación estrecha con las ratas. Margot Robbie vuelve a brillar en su papel como la psicópata favorita de todos, Harley Quinn.
Algunos son personajes clásicos, otros son nuevos y entre todos forman parte de una bizarra versión de ‘Los 12 del patíbulo’ (1967), que inspiró a Gunn en este proyecto.
Lo único que tienen en común es Belle Reeve, la prisión con la tasa de mortalidad más alta de los EE.UU., de donde están ansiosos por salir. Amanda Weller (Viola Davis) es la funcionaria del Gobierno que les ‘ofrece’ unirse a la Fuerza de Tarea X para emprender una misión de búsqueda y destrucción, a cambio de reducir sus condenas.
El escenario principal de la misión es la ficticia isla sudamericana de Corto Maltese, gobernada por una corrompida dictadura que derrocó al Gobierno anterior, igualmente nefasto, pero aliado de EE.UU.La situación que ha puesto en peligro a un experimento secreto y la Fuerza de Tarea X es enviada para hacer el trabajo sucio y evitar que los intereses de su país se vean comprometidos.
En este ficticio andamiaje narrativo, el director deja sentada su visión sobre la política del intervencionismo estadounidense. Un científico demente y la caricatura de un dictador militar serán las figuras antagonistas en el filme.
Visualmente, ‘El Escuadrón Suicida’ combina la estética del cine bélico de serie B y el fantasioso hiperrealismo del comic.
Pero no todo será un perverso espectáculo de brutalidad visual. Sobre el campo de batalla se forma una extraña unidad familiar, de las que surgen historias de fondo con las que estos personajes inmorales buscan ganarse la empatía del espectador.
Folsom Prison Blues de Johnny Cash, que suena al principio, es parte de una ecléctica banda sonora, que incluye piezas de The Jim Carroll Band, Kansas, Louis Prima, Pixies, Grandson y Jessie Reyez.
‘El Escuadrón Suicida’ es una experiencia que puede ser desagradablemente divertida que explora el lado más perverso, pero también el más dócil y humano de los personajes que tiene entre sus manos.