Abordo del cohete viajan el ruso Oleg Kononenko, el estadounidense Kjell Lindgren y el japonés Kimiya Yui. Foto: EFE.
Rusia lanzó este 22 de julio una misión tripulada de la nave Soyuz TMA-17M con destino a la Estación Espacial Internacional (EEI) con dos meses de retraso debido a los recientes problemas en su programa de lanzamientos.
La Soyuz despegó del cosmódromo kazajo de Baikonur a las 16:02 hora local e inició con éxito su proceso de aproximación orbital a la EEI. El mismo que se completará 5 horas y 43 minutos después de la hora de despegue, informó este 22 de julio la web de la agencia espacial estadounidense.
Esta misión fue pospuesta en mayo debido al fallo del cohete propulsor Soyuz-2.1a, que hizo fracasar en abril el lanzamiento del carguero Progress M-27M con suministros para la EEI, el cual acabó por desviarse y desintegrarse.
En la Soyuz viajan tres miembros de la expedición 45 de la EEI: el ruso Oleg Kononenko, el estadounidense Kjell Lindgren y el japonés Kimiya Yui. Kononenko es un curtido cosmonauta, ya que voló en dos ocasiones a la plataforma, mientras sus colegas norteamericano y nipón vivirán su primera experiencia espacial.
En la EEI les esperan los tres inquilinos actuales, los rusos Mijaíl Kornienko y Gennadi Padalka, y el estadounidense Scott Kelly. Esta misión intentará completar de nuevo el atraque en la EEI en menos de 6 horas, un proceso de viaje rápido a la plataforma internacional que requiere cálculos orbitales extremadamente precisos y que se realiza desde 2013.
Anteriormente, el viaje a la EEI requería dos días de extenuante viaje de tres tripulantes en la pequeña cápsula rusa, algo que suponía un gran lastre en los astronautas. Kelly y Kornienko están actualmente trabajando en un experimento de un año para investigar cómo afecta la estadía de larga duración en régimen de microgravedad en las habilidades físicas y mentales.