El primer proyecto de misión interplanetaria de Rusia en más de dos décadas tuvo problemas hoy, cuando una nave espacial no tripulada de 163 millones de dólares no logró tomar el rumbo correcto hacia Marte poco después de su lanzamiento.
El jefe de la agencia espacial rusa, Vladimir Popovkin, dijo que un motor de la sonda Fobos-Grunt no se encendió tras alcanzar la órbita terrestre, dejando a los responsables espaciales de Moscú con sólo tres días para resolver su salida de órbita antes de que se le agoten las baterías.
“El motor no se encendió, no se produjeron ni la primera ni la segunda deflagración. Esto significa que la nave no pudo encontrar su orientación por las estrellas”, dijo Popovkin, según lo citó la televisión estatal, desde las instalaciones rusas de lanzamiento en Baikonur, Kazajistán.
La misión para traer una muestra del suelo -“grunt” en ruso- de la luna marciana Fobos debía reafirmar la posición de Moscú en la primera línea de la exploración espacial. Pero si Moscú no puede sacar la nave de órbita, la sonda de Fobos podría convertirse en varias toneladas de cara basura espacial dando vueltas a la Tierra.
El fracaso supondría un duro golpe para el orgullo de la agencia espacial rusa, afectada por restricciones presupuestarias y una fuga de cerebros tras el colapso soviético de 1991 y que ha sufrido una serie de humillantes reveses este año.
“Dicen que hay esperanzas de reposicionarla, aparentemente hay un problema con la programación, pero hay muy poco tiempo”, dijo a Reuters el principal científico de la misión, Alexander Zakharov, del Instituto de Investigación Espacial.
“Siento un gran pesar. Es muy triste cómo se desarrolló todo, pero esto es una consecuencia de nuestra falta de personal después de un intervalo tan grande (…) Muchos jóvenes trabajaron en esto. Hay una falta de experiencia, estamos trabajando casi desde cero”, destacó.
La sonda despegó a las 20:16 GMT del martes (15:16 de Ecuador) desde la plataforma de lanzamiento de Baikonur, en un cohete Zenit-2SB en un viaje que se preveía durara tres años.
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HISTORIA DE PROBLEMAS
Si tiene éxito, será la primera sonda soviética o rusa en el espacio profundo que cumpla plenamente con su misión. Es una tarea con rotundos fracasos en el pasado y que se ha convertido en una prueba para la industria espacial rusa.
Seis hombres acaban de completar un experimento de 520 días en Rusia que pretendía ayudar a demostrar si se podía permanecer en buen estado de salud yendo y volviendo a Marte.
Las muestras de suelo de Fobos, dicen los científicos, podrían arrojar luz sobre la génesis del sistema solar, mientras que los datos recogidos en su órbita podrían ayudar a resolver misterios como si el planeta vecino a la Tierra alguna vez ha albergado vida.
Los científicos rusos han soñado con investigar el satélite del planeta rojo, de sólo 22 kilómetros de ancho, desde el apogeo en la década de 1960 de las pioneras incursiones soviéticas en el espacio. Sin embargo, de dos misiones enviadas a Fobos en 1988 sólo una estuvo a punto de alcanzar su meta, pasando a pocos metros de la superficie del planeta rojo.
Cuando en 1996 una misión tentativa de Rusia a Marte se hizo añicos en la atmósfera después de un lanzamiento fallido, el hecho fue considerado como la consecuencia de una generación de fuga de cerebros y problemas de presupuesto.
“Siempre hemos tenido mala suerte con Marte”, destacó Zakharov. Junto con la sonda viaja también la primera nave interplanetaria de China, el pequeño satélite llamado Yinghuo-1, que trabajará en conjunto con Phobos-Grunt durante un año estudiando la atmósfera de Marte.
Phobos-Grant lleva bacterias de la Tierra que se adaptan a ambientes extremos, semillas y microorganismos para ver si pueden sobrevivir en el espacio. El objetivo es analizar parte de la teoría de que la vida pudo haber migrado a los planetas dentro de meteoritos.