De acuerdo con Project Pluto, un sitio especializado para el rastreo de objetos cercanos a la Tierra, la segunda etapa de un cohete Falcon 9, lanzado por SpaceX en el 2015, impactará con la Luna a principios de marzo de este año.
Se estima que el objeto pesa unas 4 toneladas y su choque se provocaría a una velocidad de 2,6 Kilómetros por segundo.
A inicios de enero, Bill Gray, dueño del portal especializado, alertó a astrónomos aficionados y profesionales para seguirle el paso al cohete, pues parece que está flotando a la deriva.
Esto significa que calcular con precisión el impacto es difícil, pues el cohete no sigue un curso constante que pueda dar una respuesta exacta del punto en el que chocará. Además, los expertos aseguran que el choque puede suceder el 4 de marzo.
En ese sentido, los expertos y aficionados están a la expectativa de los leves cambios en el satélite que puedan ocurrir tras el impacto. Sin embargo, no se esperan alteraciones negativas, ya que el cohete no es considerado un peligro.
Por el momento, no ha habido un pronunciamiento oficial por parte de SpaceX respecto a este caso.
El viaje de Falcon 9
El cohete fue lanzado el 11 de febrero de 2015, con el fin de llevar el satélite climático y de observación terrestre Deep Space Climate Observatory, de la agencia NOAA (La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, en español).
Dicha misión se convirtió en la primera interplanetaria de la compañía espacial de Elon Musk, SpaceX.
Tras cumplir con su cometido inicial, la segunda fase del Falcon 9 se ha mantenido en órbita sin rumbo fijo en el espacio.
Es decir, mientras el satélite se dirigía hacia un punto Lagrange Sol-Tierra a más de un millón de kilómetros del planeta, el cohete se encontraba a una gran distancia de la atmósfera terrestre, por lo que no tenía suficiente combustible para regresar y terminó por convertirse en un escombro espacial sin rumbo fijo.
Vale mencionar que, actualmente, las compañías especializadas en lanzar cohetes y satélites al espacio cumplen con ciertos requisitos para prevenir accidentes como choques y amenazas de objetos a gran escala.
Una de las recomendaciones es tener gasolina extra en la etapa superior de los cohetes, pues esto permitiría un regreso seguro a la atmósfera terrestre, donde se quemará.
Así las cosas, es un procedimiento seguro que, entre otras cosas, permite mitigar y reducir el impacto de generar desechos en la órbita terrestre baja.