Para este asueto de Año Nuevo, los tsáchilas ofrecen deportes extremos como el canopy en Chigüilpe. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO
Para este feriado de Año Nuevo, en la comuna Chigüilpe se promocionan los baños de purificación, las caminatas por senderos ecológicos y deportes extremos como el canopy.
Los tsáchilas tienen previsto que a esa comuna lleguen al menos 1 600 turistas durante los cinco días de feriado.
Por eso, se han promocionado a través de redes sociales y cadenas de Whatsapp. Incluso han elaborado paquetes turísticos que incluyen alimentación y paseos nocturnos.
Miriam Calazacón, guía nativa del centro cultural Mushily, señaló que es la primera vez que ofertarán canopy para el feriado de fin de año. “Buscamos que cada vez que el turista nos visite encuentre algo nuevo y novedoso”.
La construcción del canopy se inició hace más de tres meses y desde el mes anterior empezó a funcionar a cargo de la agencia Armadillo Extreme, quienes también realizan deportes extremos en la Manga del Cura, un recinto rural de El Carmen, en Manabí.
Calazacón señaló que su grupo de guías nativos está en cursos de capacitación para poder hacer canopy. Mientras ellos aprenden, Armadillo Extreme -quienes fueron los encargados de construir la tirolesa– se ocupan de la ejecución de este deporte extremo.
La agencia Armadillo Extreme realiza el canopy y se encarga de la seguridad de los turistas en este deporte.
Jorge Arcos es un militar retirado y se dedica hace más de ocho años a practicar canopy. Ha tomado cursos y se ha certificado en deportes extremos. También es uno de los instructores de canopy en Mushily.
Él se encarga de capacitar a los tsáchilas y que la actividad se realice de forma segura. Por eso es meticuloso al momento de preparar el equipo (cascos, arnés) que utilizará el turista.
Arcos revisa dos veces que el equipo esté asegurado. Además, brinda una pequeña inducción al turista antes de subirse a la tirolesa. “Se le explica que las cuerdas de donde se sostiene el arnés son certificadas y que cada cable puede soportar un peso de hasta cuatro toneladas”.
Esta actividad pueden practicarla los turistas desde 5 hasta 80 años porque el trayecto es de apenas 170 metros y el regreso no se hace por medio de la tirolesa sino por un sendero ecológico, en el que el visitante podrá observar las plantas nativas con las que se realizan los rituales y ceremonias.
El chamán Abraham Calazacón recomienda esta actividad para las personas que tienen estrés, porque les ayuda a liberar tensiones.
Calazacón señaló que durante este feriado se tiene previsto que al menos 20 turistas diarios se realicen rituales de purificación. Estos incluyen baños de vaporización, masajes con piedras volcánicas, baños de endulzamiento, una limpia, un ritual y un amuleto.
Este tipo de servicio también se efectuará en los ocho centros culturales que hay en Chigüilpe. Los precios varían entre USD 10 y 50.
En el centro cultural Ka – ti luli también ofrecerán un recorrido por la cultura y las tradiciones. Este emprendimiento construyó un museo etnográfico dentro del bosque. Ahí muestran al turista la importancia de los animales, la construcción de viviendas, la preparación de alimentos y otros.
En el Museo Etnográfico Tsáchila solo se harán rituales para fin de año. Los chamanes prepararon dos consultorios y esperan recibir a más de 60 turistas en el feriado.
En el centro cultural Tradiantsa, los rituales estarán presididos por una chamán. Albertina Calazacón aseguró que su padre Liborio le enseñó sobre medicina nativa.