Incorporar un juguete sexual en tu vida puede abrir un abanico de nuevas experiencias tanto en solitario como en pareja.
Pero, al tratarse de una decisión personal y, a veces, delicada, es importante elegir el adecuado con cuidado y, en todos los casos, contar con el consenso de la pareja.
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Para quienes nunca han utilizado un juguete sexual, la recomendación de July Ruiz, educadora sexual, es comenzar con opciones simples y graduales.
Un anillo, un vibrador o un estimulador de clítoris son buenos puntos de partida, ya que permiten explorar nuevas sensaciones sin abrumarse.
El objetivo es irse acostumbrando poco a poco a la estimulación externa y descubrir qué tipo de estímulos se adaptan mejor a tus preferencias.
¿Qué características debe tener el juguete?
El tamaño y el material son aspectos clave a considerar. Optar por juguetes fabricados con materiales de alta calidad, como los de marcas alemanas o americanas, garantiza mayor seguridad y durabilidad.
Es fundamental elegir texturas suaves y agradables al tacto, aunque esto dependerá de las preferencias personales de cada usuario.
Se recomienda empezar con modelos de tamaño moderado y luego ir avanzando a opciones más grandes si se desea.
Beneficios de usar juguetes sexuales
El uso de juguetes sexuales puede ser una excelente forma de autoexploración, permitiéndote conocer mejor tu cuerpo y tus deseos.
Al principio, puede ser un proceso de aprendizaje personal que, con el tiempo, se convierte en una experiencia enriquecedora. Además, en pareja, los juguetes sexuales pueden añadir una dosis de diversión y novedad, siempre que exista un acuerdo y respeto mutuo.
¿Cómo mantener en buen estado mi juguete sexual?
La higiene es fundamental para evitar infecciones. Se recomienda limpiar los juguetes con productos adecuados, como jabón neutro o de bebé, y almacenarlos en lugares secos y limpios.
Recordemos -dice la experta- que los juguetes sexuales son de uso personal y deben cuidarse con la misma responsabilidad que cualquier otro artículo de higiene personal.