Avellán, una artista amante de las líneas

Patricia Avellán estuvo en Quito durante la inauguración de la muestra. Vive en Nueva York desde hace dos décadas. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Patricia Avellán estuvo en Quito durante la inauguración de la muestra. Vive en Nueva York desde hace dos décadas. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Patricia Avellán estuvo en Quito durante la inauguración de la muestra. Vive en Nueva York desde hace dos décadas. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Para la mayoría de personas, una línea es simplemente una sucesión continua e indefinida de puntos. Pero para la artista ecuatoriana Patricia Avellán, la línea es un camino que en los últimos años le ha permitido entablar diálogos con su mundo interior.

La línea es la protagonista de ‘Campos de Papel’, una exposición que reúne una veintena de obras de pequeño, mediano y gran formato y dos libros de artista, que fueron realizados en los últimos cuatro años.

Las líneas de Avellán están colocadas sobre lienzos con varias capas de papel, que proviene de revistas y periódicos que recibe por suscripción y que colecciona desde que se mudó a Nueva York, EE.UU., donde vive desde hace más de dos décadas.

Lo que le interesa de estas publicaciones, luego de haberlas leído, es la textura de su papel. “Lo que hago -cuenta- es colocar varias capas de papel sobre el lienzo hasta sentir que las líneas que estoy trazando fluyen de forma espontánea”.

El resultado de este trabajo es una serie de collages donde se mezclan la línea, el papel, el óleo, el carboncillo, la tinta y el lápiz. A criterio de Michell Otayek, historiador de arte y curador de la exposición, las líneas que aparecen en estos collages dan cuenta de “los temores y las aspiraciones que Avellán tiene como una mujer extranjera que vive en un sitio al que no pertenece”.

Al inicio de su carrera, Avellán se inclinó por el arte figurativo, sin embargo, sostiene que la línea, en menor medida, siempre estuvo presente en su trabajo. Eran líneas de formas cerradas y rectangulares. Ahora son más flexibles e intensas.

Otayek sostiene que las líneas que son parte de esta exhibición son una especie de testimonio de rebelión contra cualquier principio unificador que la artista haya tenido al inicio de su carrera. “En cada composición, tanto las cualidades de las líneas, el modo en que son trazadas, su orientación, su extensión y su grosor, como la interrelación entre ellas, dependen de lo ocurrido durante el azaroso proceso de gestación con el trabajo que hace con el papel”.

En esta muestra, los libros de artista -que aparecieron luego de un viaje que hizo a Japón- se convierten en dos piezas que dialogan con las obras a través de una secuencia de imágenes que invitan a imaginar los diferentes estados emocionales que atravesó al momento de enfrentarse al lienzo con su lápiz o carboncillo en mano.

Antes de llegar a la capital, varias de las obras fueron exhibidas en galerías de Nueva York, entre ellas la Bowery Gallery. La artista también ha presentado su obra en galerías de Canadá y Ecuador. La última vez que exhibió su obra en el país fue en la Galería Manzana Verde de Guayaquil, en 1996.

‘Campos de Papel’ estará abierta hasta el próximo 28 de septiembre. La entrada es de acceso libre, de lunes a viernes.

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