La vida en Los Andes inspira una coreografía

La Compañía Nacional de Danza ofreció un preestreno de la obra a inicios de julio. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

La Compañía Nacional de Danza ofreció un preestreno de la obra a inicios de julio. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

La Compañía Nacional de Danza ofreció un preestreno de la obra a inicios de julio. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Si bien Pablo Cornejo aparece como el creador de la coreografía ‘Pacha’, la pieza con la que la Compañía Nacional de Danza celebra sus 38 años de vida, lo cierto es que detrás de este trabajo han intervenido las voces de Paco Salvador, investigador y responsable del libreto coreográfico, y de Jean Guy Chopin Thermes, Abdullah Arellano y Paúl Moncayo.

Ellos se han encargado de la parte musical. Solo gracias a esta pluralidad de visiones sobre el hecho andino (tema sobre el que versa la obra) ha sido posible dar forma a los movimientos que los 16 bailarines presentarán en escena este viernes 18, en el estreno de la obra, en el escenario del Teatro Nacional Sucre.

La pieza cuenta diferentes momentos en la vida social de los pueblos del Abya Yala, como varios pueblos indígenas conocen al territorio que va desde Alaska hasta la Patagonia. En ese sentido, están presentes instantes como el encuentro entre los esposos así como los rituales sacros que forman parte de las cosmovisiones indígenas en los Andes.

Uno de los aspectos innovadores que presenta esta obra es que su desarrollo demanda un lenguaje contemporáneo para lograr el desplazamiento escénico de los bailarines. Su coreógrafo, especializado en danza contemporánea, explica que en su caso particular no podía entenderse a sí mismo como mestizo sin verse atravesado por la danza de los pueblos americanos, así como todo lo moderno que aprendió por 10 años durante sus estudios en Estados Unidos.

Asimismo, un apoyo en esto han sido los libros de filosofía andina escritos por el filósofo y teólogo Josef Estermann, autor de títulos como ‘Filosofía Andina: Estudio Intercultural de la Sabiduría Autóctona’, ‘Interculturalidad: Vivir la diversidad’ y Cruz y Coca: Hacia la descolonización de la Religión y la Teología’.

Salvador es más enfático en este tema. Luego de varios años de investigación acerca de las tradiciones de los pueblos de Los Andes, él asegura que una obra sobre este tema en estilo de danza contemporánea no dista de las exigencias que tienen los indígenas en la actualidad.

A su criterio, ellos exigen que se los incorpore dentro de las artes debido a que es indiscutible la presencia de sus modos y costumbres en la idiosincrasia latinoamericana.
La música de esta coreografía cuenta con algunos de los elementos sonoros típicos de comunidades indígenas de la región. Cánticos festivos y tonadas propias de estos pueblos han sido incorporados a la partitura, trabajada cuidadosamente en torno al movimiento de los bailarines.

A nivel escénico, la obra cuenta con los elementos para convertirla en una pieza referencial del repertorio de la Compañía Nacional de Danza. Elementos como el vestuario y la escenografía se complementan con un manejo impecable del espacio y del cuerpo. Los 16 bailarines se complementan en un espectáculo que invita a revitalizar la mirada sobre lo andino, sobre lo indígena. Para el coreógrafo, los cuatro meses de trabajo en ‘Pacha’ han sido la excusa perfecta para ver cómo en contextos artísticos se piensa en torno a lo aborigen. Porque la permanencia de aquellos pueblos originarios de América es aún latente.

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