El ‘upcycling’ o suprarreciclaje, en español, es el aprovechamiento de materiales en desuso o de desecho para elaborar productos nuevos. Esta práctica de la economía circular se aplica en cada vez más ámbitos, entre esos, la joyería y bisutería. En Ecuador, las marcas de accesorios MJ Cordovez Jewelry, Mina Upcycle Eco Shop y Fábrega suprarreciclan.
MJ Cordovez es la firma de la diseñadora de joyas y orfebre María José Cordovez. La creativa empezó su emprendimiento de diseños exclusivos con metales y piedras preciosas hace 10 años. En el 2013 su mirada cambió.
En ese año, una fábrica textil bangladesí colapsó, matando a 1 134 personas y dejando heridas a otras 2437. En este edificio, llamado Rana Plaza, se confeccionaban prendas de reconocidas marcas, como El Corte Inglés, Mango y Benetton.
“Esto provocó que se despertara la conciencia global sobre la importancia de mantener mejores prácticas”, reflexiona Cordovez.
La diseñadora vio este cambio de mentalidad como una oportunidad. Se alió con Conecta, una empresa de software ecuatoriana para usar las tarjetas madre de dispositivos en desuso en sus piezas. Con este material tecnológico crea joyas con un aire elegante y cibernético.
Este trabajo le mereció algunos reconocimientos. En el 2017, MJ Cordovez estuvo entre los mejores proyectos de Manejo de Residuos Sólidos del Premio Latinoamérica Verde. Dos años después entró de nuevo a esta selección, pero en la categoría Producción y Consumo Responsable. La semana anterior, además, fue invitada a compartir su experiencia y sus propuestas en la Semana de Moda Sustentable Internacional de San Francisco, Estados Unidos.
Desde hace un año, una gestora de reciclaje también le provee a Cordovez de dispositivos tecnológicos. “Las tarjetas madre me parecen increíbles, tienen un diseño especial y único, pero aparte de que se ven hermosas, el trasfondo es la sostenibilidad, la economía circular y producción responsable”, dice la creativa.
Mina Upcycle Eco Shop, por otro lado, es una marca de bisutería que nació como un pasatiempo de la diseñadora Adriana Terán. “Un día saqué los accesorios que ya no usaba, los desarmé y creé cosas nuevas”, relata.
Sus amigos y familiares se interesaron en sus productos. Esto le animó a lanzar una página de Instagram, el 2018. En esta plataforma expone sus piezas y pide donaciones de bisutería y joyería en desuso. Las clientas reciben el 10% de descuento en su próxima compra por la entrega.
Una de las ventajas de este método, dice Terán, es que todos los productos son únicos, ya que la materia prima es de características diversas.
Otra forma de suprarreciclaje en la actualidad es la reutilización de metales y piedras preciosas. La diseñadora y orfebre María José Fábrega les propone a sus clientes dar nueva vida a joyería que está en desuso, para disminuir hasta en 50% el precio del producto final, al evitar la compra de materiales nuevos, y reducir el impacto ambiental que ocasiona la extracción de materiales en los ecosistemas.
Además, hay un valor sentimental. Fábrega relata que una de sus clientas le entregó joyas de oro para convertirlas en aros de matrimonio para una pareja muy cercana. “Quedaron hermosos. Mi clienta quedó feliz con la idea de desapegarse, reusar y crear algo nuevo”, concluye la diseñadora.