Los cabos de pesca abandonados son un peligro latente para el medio ambiente, pues causan la muerte de especies como lobos marinos y tortugas. Los animales quedan atrapados en ellos. Es por eso que fundaciones trabajan con pescadores en la búsqueda de soluciones a esta problemática. Como parte de esta labor, nació el Primer Campeonato de pesca de basura La nueva pesca.
El evento es organizado por el Colectivo Cabos en coordinación con la Universidad Casa Grande y la fundación Mingas por el Mar. El campeonato se realizará el domingo 10 de julio de 2022 en el sector de General Villamil (Playas), en la provincia de Guayas.
Hasta el miércoles 6 de julio estaba confirmada la participación de seis cooperativas de pesca. La competencia será inaugurada a las 08:00 del domingo en el Malecón de General Villamil.
Los participantes tendrán equipos de mar y de tierra. Estos últimos desarrollarán sus acciones de recolección entre los kilómetros 6 y 12 de la vía a Data, que es una zona donde existe gran presencia de cabos de pesca desechados.
Reglas del evento
El equipo de tierra de cada cooperativa tendrá asignado 1 km de tierra delimitado, donde comenzarán la minga para recolectar basura y cabos. Mientras tanto, el equipo de mar navegará una distancia que todavía está por establecer, para pescar la mayor cantidad de basura posible.
Los premios por la pesca
El cálculo de kilos de basura totales por cooperativa incluirá el peso recolectado entre sus equipos de mar y tierra. El ganador se llevará un premio de USD 700, el segundo lugar recibirá USD 500 y el tercer puesto, USD 300.
Además, la cooperativa, cuyo equipo de mar haya recuperado el mayor peso de basura, independiente de la sumatoria, será catalogada como Embarcación de Oro y recibirá una recompensa económica de USD 200.
Los siguientes dos puestos de equipos participantes recibirán un reconocimiento por haber sido parte de esta actividad ambiental, por el valor de USD 150.
El Colectivo Cabos se dio a conocer el pasado 8 de junio, cuando utilizó cabos de pesca para envolver el Monumento del Mono, en Guayaquil. Fue una idea que desarrollaron junto con la Universidad Casa Grande y otras fundaciones, como Mingas por el Mar. Esto sirvió para llamar la atención sobre esta problemática ambiental, mediante el hashtag #NiUnCaboSueltoMás.
Su labor se ha centrado en la recolección de cabos de pesca desechados, los cuales posteriormente son reciclados para la elaboración de productos sostenibles.
Según Sergio Moraga, miembro del colectivo, en un solo kilómetro de la vía a Data es posible recoger más de media tonelada de cabos de pesca. Con su trabajo, la agrupación espera recolectar al menos cinco toneladas de cabos al mes en esta área.