La investigación duró cuatro años. Desde el 2008 hasta el 2012 se encontraron en la Amazonía y en los Andes ecuatorianos 35 nuevas especies. Hongos, reptiles, aves, anfibios, mamíferos con diferente ADN forman parte de la biodiversidad del país y ahora esas investigaciones están publicadas en 40 revistas indexadas a escala internacional.
Los estudios fueron hechos por investigadores de la Universidad Católica y de la Escuela Politécnica Nacional, en su mayoría. También participaron consultores de otras instituciones superiores del país.
Para René Ramírez, titular de la Secretaría Nacional de Educación Ciencia y Tecnología (Senescyt), el apoyo de las universidades fue trascendental para el desarrollo científico en este campo, refiriéndose al proyecto piloto de los últimos cuatro años.
Sin embargo, recalcó que para desarrollar el proyecto Arca de Noé, que es el paso siguiente para realizar más investigaciones, se necesita el aporte de un gran número de investigadores. “Lamentablemente, las universidades del país no tienen una amplia oferta de estos profesionales, que para este tipo de investigaciones son vitales. No descartaremos entonces que para la segunda fase se realice un concurso internacional”. Lo importante -destacó Ramírez- es seguir con los estudios que no solo aportan en la ciencia sino también en los ingresos del país, en el cambio de la matriz productiva.
Para el proyecto piloto se invirtieron más de USD 2 millones. Para el plan de investigación Arca de Noé, que se iniciará este año, se destinarán USD 11 millones. Es un inventario y caracterización de la riqueza biológica del Ecuador.
Santiago Ron, investigador de la Universidad Católica y colaborador de la indagación, explicó que se realizaron colecciones científicas, fortalecimiento de banco de genomas, caracterización genética y bioinformática. Luego de hallar las especies se les hicieron pruebas de ADN para diferenciarlas de las existentes. Los análisis fueron almacenados en tubos de un material especial para conservación dentro de congeladoras destinadas para realizar otras investigaciones a futuro.
El hallazgo beneficia al país en el campo medicinal, ambiental, en el control de plagas… además de permitir que la región siga siendo rica en fauna. Ramírez dijo que los estudios permitirán conocer dónde viven y cómo es el medio de las nuevas especies para cuidar su preservación. “Si hay afectación en ciertas zonas, con ello también podemos conocer qué especies hay, conservar y proteger las sustancias”, explicó el titular de la Senescyt en referencia al Yasuní.
Tras la primera investigación se recogieron 30 840 fragmentos de ADN y se realizaron 18 tesis de grado, aparte de las publicaciones en revistas científicas.
Desde el 2012, los investigadores de otras universidades se sumaron a los estudios. La Escuela Politécnica del Ejército emitió un comunicado en su blog, en el que afirmó haberse embarcado en el proyecto Arca de Noé.
Los investigadores acordaron desarrollar una primera propuesta que abarcará las siguientes iniciativas: modelamiento de variables espaciales; levantamiento de un geoportal de biodiversidad del Yasuní; modelación de la distribución biogeográfica de los moluscos y recolección de tejidos vegetales para realizar estudios de citogenética y microscopía.
Los primeros resultados de los análisis se dieron a conocer apenas ayer, pero aparte de los 35 primeros hallazgos hay otros estudios que la Secretaría afirmó revelará paulatinamente. Buscarán primero contar con más profesionales para invertir el presupuesto y hacer un gran inventario.
Las autorizaciones
- Para realizar las investigaciones, la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología contó con los permisos del Ministerio del Ambiente.
- Las investigaciones contaron con el apoyo de las universidades categoría A y B del país. Entre ellas están la Universidad Católica, Espol, Espe, Universidad Central y San Francisco.
- Cada universidad mantiene sus propios estudios. De hecho, la Universidad Católica y la Espol presentaron los informes de sus laboratorios.
- Para el proyecto Arca de Noé se escogieron 10 áreas nacionales de estudios, designadas por los investigadores.