Muchas presiones simultáneas están exigiendo cambios demostrando las inconformidades acumuladas de una generación con aspiraciones disímiles a la realidad que vive; pero las instituciones, gobiernos, políticos, empresas, e incluso la sociedad civil, no tienen la visión ni la agilidad para adaptarse oportunamente.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador expresó ayer su preocupación por la situación de Libia y señaló "el desacuerdo con el irrespeto a la integridad territorial de ese país". El documento oficial indica que Ecuador se opone a que el caso libio se transforme en "un modelo para intervenir otros países".
Libia, principal reserva de petróleo de Africa y cuarto productor de ese continente, exportaba antes de la revuelta contra el régimen de Muamar Gadafi el 80% de su oro negro a Europa, en particular a Italia y Francia. Las exportaciones de hidrocarburos, actualmente prácticamente suspendidas debido al conflicto, deberían reanudarse progresivamente en caso de un cambio estable del régimen, para recuperar el 50% del nivel que tenían antes de la guerra en 2012 y el 100% en 2013, según los analistas. A la llegada al poder del coronel Gadafi en 1969, las compañías petroleras, mayoritariamente estadounidenses, extraían de suelo libio más de 2 millones de barriles diarios (mbd) . Entonces, Libia exportaba tanto como Arabia Saudí. Pero rápidamente, Gadafi nacionalizó el petróleo, limitó la producción y creó la Compañía Nacional de Petróleo (NOC) que obligó al establecimiento de empresas conjuntas con participación minoritaria de firmas extranjeras. Hace diez años, tras veinte de aislamiento eco