Las mascarillas ayudan a reducir la transmisión del coronavirus, lo que ha generado mandatos y recomendaciones de expertos para su uso en lugares donde el distanciamiento social es difícil. A medida que el mundo salga de los cierres, aumentará el uso de máscaras faciales durante períodos prolongados en entornos como oficinas.
La irritación de los ojos, el aparecimiento de manchas oscuras y blancas en el rostro y la resequedad de la piel fueron los síntomas de alarma para Verónica Borja, conductora de un transporte escolar desde hace dos años. Su visita a un dermatólogo y a un oculista confirmó que los malestares eran ocasionados por la exposición constante al sol.