Los conductores sufren daños irreversibles por la radiación

Debe escoger un protector solar de acuerdo al tipo de piel y zona del cuerpo. Lo ideal es aplicarlo cada 3 horas en las partes expuestas, principalmente en el rostro. Foto:

Debe escoger un protector solar de acuerdo al tipo de piel y zona del cuerpo. Lo ideal es aplicarlo cada 3 horas en las partes expuestas, principalmente en el rostro. Foto:

Debe escoger un protector solar de acuerdo al tipo de piel y zona del cuerpo. Lo ideal es aplicarlo cada 3 horas en las partes expuestas, principalmente en el rostro. Foto: Ingimage

La irritación de los ojos, el aparecimiento de manchas oscuras y blancas en el rostro y la resequedad de la piel fueron los síntomas de alarma para Verónica Borja, conductora de un transporte escolar desde hace dos años. Su visita a un dermatólogo y a un oculista confirmó que los malestares eran ocasionados por la exposición constante al sol.

La mayoría de conductores no conoce que los rayos UV pueden penetrar las ventanas de los autos, lo que provoca el riesgo de daño en la piel e incluso cáncer. Un estudio publicado en la versión digital de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que en los conductores, el cáncer de piel es más común en el lado izquierdo del cuerpo. Esto se debe a que es el lado más expuesto a la luz solar.

Recomendaciones para protegerse de los rayos UV:


Patricia Cueva
, directora del Registro Nacional de Tumores de Solca Quito, indica que está científicamente comprobado que la exposición constante a la radiación solar puede causar cáncer de piel. La experta además recuerda que en Ecuador los riesgos son mayores. Esto se debe a los factores de latitud y altitud. Al estar en el centro de la Tierra y al estar las ciudades sobre los 2000 msnm, los rayos ultravioleta que llegan a la superficie son más intensos.

“Las estadísticas que tenemos sobre el cáncer de piel son importantes. Ocupa el segundo lugar en frecuencia tanto en hombres como en mujeres”, dice Cueva. La información es la principal arma contra los daños causados por los rayos UV. Conocer, por ejemplo, que se debe evitar exponerse al sol en las horas de mayor radiación (entre 09:00 y 15:00) o que la radiación es mayor en los equinoccios (el 22 de septiembre fue el equinoccio de otoño) ayuda a tomar precauciones.

Borja tiene la licencia de conducción profesional desde los 18, ahora tiene 32. Su madre es parte de una compañía de transportes y en ocasiones le ayudaba. Hace dos años, Borja realiza tres recorridos al día, que representan al menos seis horas diarias tras el volante. “El sol es alarmante, en especial al mediodía. Una protección que uso es una malla en las ventanas, para que la luz no impacte completamente”, cuenta la transportista.

Paola Guevara, coordinadora del departamento de Dermatología del Hospital Pablo Arturo Suárez, dice que los profesionales que tienen mayor incidencia en el diagnóstico de carcinoma basocelular son los taxistas, agricultores, militares y policías, es decir, quienes trabajan al aire libre.

Los rayos UV causan daños que se pueden dividir en agudos y crónicos, de acuerdo con Guevara. Los primeros son los que se pueden curar de forma rápida, como las quemaduras solares o ampollas. Los daños crónicos son los que se expresan con el tiempo. Entre esos están el carcinoma y el melanoma, uno de los tipos de cáncer más agresivos.

Ahora, Borja usa humectantes medicados para la piel, protector solar en el rostro, gotas para mantener la hidratación de los ojos y guantes para conducir. Además, hay otras medidas que se deben tomar: usar ropa que cubra los brazos y las piernas; para proteger el rostro, gafas o lentes con protección UV y protector solar con factor 50 cada tres horas.

Caso icónico

William McElligott trabajó como conductor por 28 años, en Chicago, EE.UU. Durante ese tiempo, la piel del lado izquierdo de su rostro, el que está más expuesto al Sol, pasó por un proceso asintomático de engrosamiento y aparecimiento de arrugas. McElligott fue diagnosticado con el síndrome de Favre-Racouchot, conocido como fotoenvejecimiento.

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