Básica, pequeña, sin monitor, teclado o ‘mouse’ y con un costo de USD 35. Así es la Raspberry Pi, un dispositivo tecnológico que se ha posicionado como una de las computadoras más pequeñas del mundo. Pero no solo es una muestra de innovación digital, sino que fue el instrumento que un pirata informático utilizó para robar archivos de la NASA.
Un nuevo dispositivo, cuyo costo no sobrepasa los USD 5 en Estados Unidos, puede acceder a una computadora bloqueada en menos de un minuto. Esto, siempre y cuando el usuario deje un navegador abierto en la sesión al momento de suspender el PC.
La Fundación Raspberry Pi no puede caer más bajo. Y esto es algo literal, no metafórico.