Desde ginecólogos a juristas, pasando por neuropsiquiatras, varias organizaciones profesionales de la salud se movilizaron contra la reforma que casi suprime el aborto en España, rechazando "volver a la época franquista". El gobierno conservador de Mariano Rajoy ha desencadenado una tormenta entre los colectivos de izquierda y feministas de Europa al aprobar un proyecto de ley que casi suprime el aborto en España, salvo en caso de peligro para la salud física o psicológica de la mujer, o de violación. La actual ley del aborto, aprobada en 2010 durante el gobierno socialista, autoriza la libre interrupción del embarazo hasta la decimocuarta semana y hasta la semana 22 en caso de malformación del feto. "Estamos sobre todo centrados en que la ley no salga", explicó a la AFP Isabel Serrano, antigua presidenta de la Federación Nacional de Planificación Familiar y coordinadora de "Decidir nos hace libres", un colectivo que reúne a más de 300 asociaciones. Pero, si el texto se aprueba en el P
Pablo N., un peruano al que conozco bien, acomoda la leña de la chimenea; hace frío en Cuenca. Mientras lo hace relata su historia de amor con Pilar, de Iquitos, en las selvas amazónicas. ¿Le quisiste? Le pregunto. "Mucho, pero no pudimos tener hijos", responde. Durante 5 años acudieron a un médico privado en Trujillo; siempre con la esperanza de que vendría el esperado niño. Lo que no les dijo el médico del lugar al que cancelaron USD 5 000,oo fue que nunca podría concebir. La noticia llegó de una enfermera allegada a Pablo y su mujer. Entre los años de 1994 y 1998 se realizó una campaña para supuestamente combatir el tétanos. Era en realidad la de "planificación familiar". Se obligaba a mujeres pobres y analfabetas de entre 18 y 25 años, a acudir a los subcentros de salud; si no lo hacían los "vacunadores" les obligaban a ir al centro donde les harían la ligadura de trompas. No había quién se librara, comenta Pablo. Cuando supimos era muy tarde, la enfermera amiga conoció que se trat
El pleno acceso a la planificación familiar en los países en vías de desarrollo reduciría en 11 300 millones de dólares (14 012 millones de euros) anuales los costes de la atención sanitaria a los bebés y las madres, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).