El pleno acceso a la planificación familiar en los países en vías de desarrollo reduciría en 11 300 millones de dólares (14 012 millones de euros) anuales los costes de la atención sanitaria a los bebés y las madres, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
En un informe sobre el estado de la población mundial presentado hoy en Londres, la UNFPA afirma que el acceso al control de la natalidad es un derecho humano esencial que ayuda al desarrollo económico, si bien advierte de que precisa más fondos.
Al menos 222 millones de mujeres en las naciones en vías de desarrollo no disfrutan de este derecho, según la UNFPA, que estima que son necesarios 4.100 millones de dólares (3.218 millones de euros) adicionales para atender las actuales necesidades porque la población juvenil está en aumento.
“El incremento del acceso a la planificación familiar ha demostrado ser una buena inversión económica”, subraya el documento, divulgado hoy en la Royal Society de Londres.
Los beneficios de esta inversión no son sólo económicos, puesto que ignorar estos derechos de la mujer puede llevar al incremento de la pobreza, la exclusión social, la mala salud y la desigualdad de género, agrega el fondo de las Naciones Unidas.
El informe pone el ejemplo del desarrollo en los llamados países del “tigre” asiático -Hong Kong, Singapur, Corea del Sur y Taiwán-, beneficiados por un cambio demográfico que ha llevado al incremento en el número de adultos que generan ingresos en una familia.
Este cambio está directamente relacionado con el acceso a la planificación familiar, puntualiza el informe.