El terremoto de 7.8 grados de magnitud en la escala de Richter, registrado el 16 de abril, generó una discusión sobre el estado de las construcciones. Quito, ubicada a casi 152 kilómetros de distancia de Pedernales, Manabí, no está alejada de esta realidad.
El sonido de la música o de los vasos servidos por meseros no es lo único que en estos días se escucha en La Mariscal. En la Zona Rosa que concentra buena parte de los locales de diversión de Quito se oyen golpes de martillo y de otras herramientas.